El Patrón Bíblico del Discipulado

Muchas veces hemos escuchado la palabra "discipulado" y no siempre ha sido entendida en su más profundo sentido bíblico. En la actualidad, a una mera relación académico-profesional, se le define como "discipulado". Primero tenemos que decir lo evidente, el discipulado tiene que ver con alguien que está enseñando e instruyendo a otro, el cual aprende. Por un lado un Maestro que enseña y por otro un Discípulo que aprende del que le enseña, hasta aquí todo aparentemente normal. En nuestros días el concepto "discipulado" tiene que ver más con una enseñanza formal que un profesor imparte a un grupo de alumnos, con los cuales convive unas horas del día en un aula por lo general, sin mayor relación personal con sus oyentes. El "discipulado" se ha convertido en una enseñanza académica, que trasmite unos ciertos conocimientos que son asumidos o no, por los alumnos. Cuando acaban el llamado "curso" se les examina y pasan de nivel, dependiendo de las respuestas acertadas en un determinado examen. La teoría está muy por encima de la experiencia práctica. Evidentemente hay un grado de influencia en este tipo de relación, la cual es más académica que otra cosa, pero no llega a completar el concepto bíblico de "discipulado". El concepto bíblico de "Discipulado" con mayúsculas empieza por ser una relación aceptada y pactada por el Maestro. El discípulo no elige al Maestro, es este quién acepta y elige al discípulo. Todo lo contrario al concepto moderno, donde el alumno elige maestro o a la escuela. Al igual que el sistema de la Seguridad Social, el enfermo (paciente) elige al médico y no al revés. ¿Es sana esta relación donde el alumno elige a "su" maestro? El Mesías enseñó el verdadero patrón bíblico entre el Maestro y el discípulo: El Maestro elige discípulo. Con el advenimiento del humanismo cristiano, los conceptos han cambiado y ahora, el que no sabe es quién elige al que se cree que sabe ¿Cómo puede elegir uno que no sabe si el que enseña es realmente maestro de las Escrituras? ¿Cómo puede elegir maestro quien no ha sido reconocido ni siquiera como aprendiz? Hasta los aprendices de las actividades más elementales son evaluados, por aquellos que deciden si pueden llegar a ser enseñados. En Labranza de Dios elegimos a los Discípulos, para que den abundantes frutos. Ya ha llegado el día donde elegimos a los que pretenden ser discípulos en la Congregación. Él patrón bíblico del discipulado forma parte de nuestras Enseñanzas Prácticas. El Mesías nos enseña: No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros (Juan 15.16)