¿Quién es la Congregación?


La confusión entre objeto y sujeto es más común de lo que parece en el campo de la fe. Las agencias de seguros, emplean los términos continente y contenido, que son conceptos diferentes aunque estén relacionados. El continente se refiere, tomemos el caso, a un edificio y el contenido a los objetos que puede contener. Cada uno se valora de forma diferente. El continente puede ser muy valioso y contener cosas de poco valor. Puede también ser al revés, el continente puede tener un valor inferior a los objetos que contiene. Una ilustración sencilla de entender sería, una caja de madera, el continente, con un diamante dentro, el contenido.

En el contexto religioso en el que nos movemos, cuando hablamos de la Congregación, podemos referirnos tanto a un edificio, como a un grupo de personas que se reúnen en un cierto lugar. Tomando el ejemplo anterior del vocabulario de las agencias de seguros, podemos decir que el edificio es el continente y las personas que se reúnen dentro son el contenido, independientemente de los objetos que también pudiera haber dentro de mencionado edificio.

La Congregación, como continente, es el lugar físico donde se reúne la Congregación, como contenido, la parte humana. El edificio donde se reúne la Congregación, es considerado como un lugar apartado para un fin específico, en este caso, para reunirse un grupo de personas para adorar a Dios, estudiar la Escritura, enseñar a los niños o los mayores, ayudar al prójimo, incluso un lugar donde aprender un oficio. La Congregación siembre será prioritariamente personas, no solo edificios, aunque coloquialmente nos refiramos a las personas y a los edificios como Congregación. La prioridad, por tanto son las personas, sin que esto quiera decir que el lugar donde nos reunimos, no es importante.

Tenemos necesariamente que diferenciar las personas, el “contenido” de los edificios, el continente. ¿Cuál es la importancia de hacer esta diferenciación? Varias son las razones para entender con toda claridad ambos conceptos. Algunas personas creen que si no hay edificio, no hay Congregación. Confunden el continente con el contenido, que por otra parte puede ser comprensible, dado que empleamos el mismo término para referirnos a conceptos diferentes. La diferenciación es importante para no caer en la trampa de pensar que si se cierra, vende o se destruye un edificio llamado Congregación, continente, ya no hay Congregación, contenido.

Cuando la Escritura habla del edificio, lo define como Casa de Reunión o Beit Knéset , en fonética hebrea. Cuando se refiere a los que se reúnen dentro de la Casa de Reunión, los define como fieles, creyentes, discípulos, amigos de Dios o hijos de Dios. Casa, Templo, Sinagoga , Beit Knéset, Congregación, Iglesia o incluso la palabra Parlamento, hacen referencia a edificios, aunque de estos conceptos también los apliquemos a las personas, lo cual ha producido confusión, no solo en el aspecto lingüístico, también en el espiritual. Hay que saber diferenciar cuando la Escritura habla de edificios y de personas. La traducción al castellano de la Biblia no ha facilitado, dicha diferenciación. Como señalamos anteriormente, en hebreo quedan claro los matices y las diferencias entre los conceptos ya nombrados. También necesitamos entender el contexto en que se vocalizan ambos términos. Cuando la Escritura dice vosotros sois Templo de Dios, no dice literalmente que somos un edifico, continente. La Biblia está usando un lenguaje simbólico, que es muy importante comprender y diferenciar. Somos el Templo de Dios, en la medida que Él puede morar en nosotros, no somos evidentemente ladrillos unidos con cemento formando un edificio. Los creyentes son el edificio espiritual de Dios, o lo deben ser al menos, donde se reúnen en Santas Convocatorias, ante la presencia del Señor.

El Mesías nos enseñó que Él estaría donde hubiera dos o más reunidos en su Nombre, en una casa de reunión de una familia o en una casa de reunión de varias familias, que es en la práctica la Beit Knéset o Sinagoga. “Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mateo 18.20). Observe la palabra “donde están congregados” que puede ser una habitación, una casa, el campo, el desierto, la montaña o la Beit Knéset. La presencia del Señor no depende tanto del lugar (continente) como de las personas (contenido) que están en un determinado sitio. Diferenciar por tanto ambos conceptos nos permitirá seguir adelante en la fe, creciendo en el Señor, sabiendo que tengamos o no tengamos un lugar físico donde reunirnos todas las familias que formamos Labranza de Dios, Él siempre estará en medio de nosotros, seamos una persona, una familia o dos o tres familias, las que nos congreguemos. Estemos en una Casa de Reunión, Beit Knéset, o estemos en una casa familiar, debemos saber que Dios siempre podría estar allí. En realidad, depende más de nosotros, el contenido y no tanto del lugar, el continente, el que Dios esté presente.

Se puede quemar, cerrar o arrasar un cierto lugar de reunión. Se puede “encerrar” a los que se reúnen en una Casa de Reunión, pero en ningún caso se podrá encerrar a Dios, estemos en donde estemos y seamos el número que seamos, Él siempre llegará a nosotros. Lo prioritario por tanto es saber lo que somos y después nos será añadido el lugar donde estemos, en el tiempo y en la forma que el Cielo lo permita. La distinción de ese matiz nos hará seguir adelante, sin miedo, sin esperar nada y dando todo, como algunos lo han hecho y lo seguirán haciendo, sin la menor duda. Nos hacíamos una pregunta al principio ¿Qué es la Congregación? Espero que ya tenga la respuesta.

Bibliografía
Diccionario de la Lengua Española. (s.f.). Recuperado el 2013, de http://www.rae.es/rae
Jabad Lubavitch Argentina . (s.f.). Recuperado el 2013, de http://www.jabad.org.ar/actualidad/la-sinagoga-parte-i/

Notas:
Beit Knéset, literalmente significa Casa de Congregación o Casa de Reunión.
Definición del diccionario RAE de Sinagoga: Congregación o junta religiosa de los judíos.

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