La Festividad Shavuot: Fe en Acción



Shavuot conmemora la entrega de la Torá en el Monte Sinaí, donde el Pueblo de Dios recibe la que llamaremos Ley de la Libertad. Pesaj junto con Shavuot y Sucot forman el conjunto de Festividades llamadas “Shalosh Regalim”. En castellano se traduce como Pentecostés o el Día Cincuenta desde Pesaj.

En estas tres Festividades llamadas como ya hemos dicho Shalosh Regalim, los Hijos de Israel debían ir al en el Templo de Jerusalén, para presentar las ofrendas y celebrar las Festividades. Tres veces al año se presentará todo hombre delante de Adonai, el Señor (Éxodo 23.16-17).

Las tres Festividades, guardan relación con las labores agrícolas. "Shavuot" es mencionada en la Torá, como la “Fiesta de las Primicias” la Fiesta de los Primeros Frutos. ¿Por qué Dios le enseñó a Israel a guardar unas Festividades en el desierto antes de haber sembrado? Para que aprendieran a confiar en El, el Labrador por excelencia, sea cual sea la situación o el lugar donde se encontraran.

En Shavuot se recoge la segunda cosecha de trigo, trayendo la nueva recolección al Templo donde se preparaba y utilizaba para hornear los dos panes especiales de Shavuot. “El Día de las Primicias, otro nombre para Shavuot, se caracterizaba por la ofrenda de los nuevos frutos de estación recolectados de toda la tierra de Israel, como un gesto de profunda gratitud al Altísimo por toda la abundancia con que bendijo a Su pueblo – tanto en lo material como en lo espiritual”.

También la Fiesta de la Siega, los primeros frutos de tus labores, de lo que hayas sembrado en el campo, y la Fiesta de la Cosecha a la salida del año, cuando hayas recogido del campo los frutos de tus labores. Tres veces al año se presentará todo hombre delante del Señor (Éxodo 23.16-17).

Después de completar la cosecha, los Cohanim, sacerdotes, traerían cestas llenas de trigo al Templo, para hacer las ofrendas preceptivas al Señor. Los peregrinos traían las primicias de sus propios campos y huertos, de las siete frutas de la tierra de Israel que se mencionan en la Escritura, a saber: trigo y cebada, vides, higueras, granados, olivos, de aceite y miel de dátiles. Porque el Señor, tu Dios, te introduce en la buena tierra, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes y de manantiales, que brotan en vegas y montes; tierra de trigo y cebada, de vides, higueras y granados; tierra de olivos, de aceite y de miel (Deuteronomio 8.7-8).

En el Patio del Templo, el nuevo grano era tostado y cernido. Una parte en forma de harina era quemada en el Altar, y el resto era consumido por los Sacerdotes y Levitas. Es costumbre bíblica llevar los dos Panes de Shavuot (Shtei Halejem) para ser ofrecidos en acción de gracias.

Recordemos y hacemos un especial énfasis que esta descripción de cómo tenían que celebrar la Festividad se la mostró el Señor en el desierto mucho antes de entrar en la Tierra Prometida ¿Qué nos enseña esto a nosotros en la actualidad?
Las enseñanzas del desierto eran dadas por Dios antes de tener la más mínima posibilidad de practicarlas. La fe es sembrar esperando recoger la cosecha en su tiempo. Enterramos una semilla y esperamos a verla surgir. Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bendecidos son los que no vieron y creyeron (Juan 20.29).

Los bendecidos en el desierto y en la Tierra Prometida, fueron los que creyeron a Dios. Aun cuando estaban muy lejos de alcanzar las promesas que habían recibido. Era tal el nivel de fe en Dios de los bendecidos, que no probarían ni un grano de la cosecha u otro fruto, sin antes haber ofrecido en el Templo el diezmo del mismo, la primicia ¿Nos enseña algo esto? ¿Qué bendición para nuestros niños y su futuro que aprendan a confiar en Dios así?

Dios enseñó a su Pueblo todo lo que en el futuro tendría que celebrar, antes de recoger un solo grano por ellos cultivado. Les estaba enseñando a ejercitar fe en su cuidado. Dios siempre nos mostrará el futuro para que lo alcancemos, pero primero espera que sembremos la fe, la confianza y seguridad en Él ¿Creemos a Dios de verdad?

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