Principios Educativos: Los materiales y el Libro de Texto


En el día de hoy seguimos tratando el tema, en el contexto de Los Principios Educativos de la Instrucción Bíblica, que ya empezamos en el anterior estudio. Los materiales didácticos deben de cumplir ciertos requisitos, para ser realmente didácticos e instructivos. 

La calidad de la impresión debería tenerse muy en cuenta a la hora de seleccionar los mencionados materiales. Además, deben ser de una calidad apropiada, para el fin, que se persigue. Muchas veces son pobres en cuanto a la base que se usa en su confección e ilegibles por la poca calidad de impresión que soportan. No se trata de tener materiales caros sino acordes al tiempo en que vivimos. Hoy no escribimos sobre arcilla, piel de animal o papiro, por citar algunos ejemplos históricos de soportes en el que se ha transmitido la escritura.

Los modernos medios, como el papel, del que hoy en día disponemos permiten una variedad, casi inagotables, a la hora de crear soportes educativos ¿Estamos usando correctamente la abundancia y la calidad de medios, para ser usados en la educación? Me temo que nos hemos conformado con la sencilla y rápida fotocopia, que no exige esfuerzo ni creatividad ya que alguien lo hizo por nosotros.

El conformarse con poco nos llevará a esforzarnos poco y a no crear nada especial, en el campo de la transmisión de ideas. En este punto quisiera recordar que estamos hablando en el contexto de Los Principios Educativos de la Instrucción Bíblica. Una enseñanza que compartimos con nuestros hijos en primer lugar ¿Nos damos cuenta, que los primeros receptores de cuantos materiales utilicemos son nuestros hijos?  Necesitamos reevaluar los materiales didácticos que estamos usando en la Instrucción Bíblica Familiar y en el resto de la Comunidad de Fe, en la cual convivimos. 

Un trabajo que requiere responsabilidad, entusiasmo, visión de futuro y una más que evidente creatividad aplicada a la educación moral, ética y espiritual empezando por nuestra propia casa y comunidad. La calidad y la perfecta legibilidad de los materiales educativos que seleccionemos es un buen comienzo y sano objetivo, en el campo de la Instrucción Familiar.  

El libro de texto es imprescindible en la educación, aunque la tendencia en nuestros días es usar diversos materiales, supuestamente didácticos, que se fotocopian de las páginas de libros impresos o cuadernos de trabajo. El nivel de calidad en la educación no solo radica en los materiales, como es evidente, influye de forma determinante el libro o libros de texto que usamos y el maestro que gestiona los aludidos materiales. El maestro, profesor o educador es el medio por el cual ciertos materiales, positivos o negativos llegan a las manos y a las mentes de los niños en los colegios. En nuestro caso, como maestros, formadores y educadores de nuestros hijos tenemos que evaluar, a la luz de la Escritura, cuales son los materiales pertinentes, que usaremos en la formación integral de la familia.

La Biblia, el Libro de Libros, es la medida perfecta con la que evaluamos los medios educativos que usaremos. La enseñanza de la Escritura, en todos los campos de la vida, es insuperable a pesar de la inmensa variedad de libros de texto a nuestro alcance. Los supuestos avances pedagógicos no han podido superar a los tradicionales métodos educativos, que la Escritura nos enseña. 
“…Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras…” 2 Tim. 3.14–15

Los padres somos los responsables de la formación de los hijos y parte imprescindible e insustituible en la educación. Una estrecha cooperación entre la familia, Congregación y el colegio es la forma correcta de coordinar la educación de los niños ¿Qué significa para nosotros? Significa que tenemos que esforzarnos mucho y comprometernos con el Cielo a ser lo que se espera de nosotros.


Los medios digitales, en la educación son de un valor extraordinario, pero no están creados, para sustituir a la Biblia en su formato libro. La Biblia debe ser usada como libro de texto insustituible, en la educación familiar. En el tiempo en que vivimos se adoctrina a los niños con creencias ateístas, humanistas y evolucionistas, en clara confrontación con la Escritura, que se quiere relegar de todo contacto con la sociedad.

Los padres, los maestros comprometidos con la verdad de la Escritura, la Congregación y los colegios deben reevaluar los materiales y los libros de texto, que se emplean en la educación. Unos materiales y libros de texto que dejan mucho que desear por su baja calidad material y por su escasa calidad ética, moral y espiritual ¿Estamos comprometidos con el Cielo en la educación de nuestros hijos? Si es así, empecemos por examinar los materiales educativos y el uso didáctico que damos a la Escritura. 
Un lema apropiado debería ser "Con la Biblia en las manos y el Corazón en el Cielo" así es como se cambia el mundo empezando por nuestra propia casa ¡Shalom!

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