Honrando las Canas


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Aprendiendo a ser piadosos con nuestra propia familia
"Honra a las viudas que en verdad lo son. Pero si alguna viuda tiene hijos o nietos, aprendan estos primero a ser piadosos para con su propia familia y a recompensar a sus padres, porque esto es lo bueno y agradable delante de Dios." (1 Timoteo 5.3-4). No podemos dejar la responsabilidad de cuidar a los ancianos, al estado, a la sociedad, a los asilos o similares. Cada familia debe hacerse cargo de sus ancianos y protegerlos por todos los medios posibles. Tenemos que aprender a ser piadosos con nuestra propia familia, en primer ligar, y esto tenemos que enseñarlo a nuestros hijos y nietos desde su más tierna infancia. Además debemos ser nosotros ejemplos con nuestros propios padres. Muchos son los que abandonan a su “suerte” a sus ancianos, desentendiéndose de ellos o dejándolos con alguien que les cuide sin saber si esa persona está formada para ese trabajo en el sentido más amplio de la palabra. Dime como cuidas a tus ancianos y te diré como te cuidarán a ti, si llegas a anciano.
"Honra a las viudas que en verdad lo son. Pero si alguna viuda tiene hijos o nietos, aprendan estos primero a ser piadosos para con su propia familia y a recompensar a sus padres, porque esto es lo bueno y agradable delante de Dios." (1 Timoteo 5.3-4). No podemos dejar la responsabilidad de cuidar a los ancianos, al estado, a la sociedad, a los asilos o similares. Cada familia debe hacerse cargo de sus ancianos y protegerlos por todos los medios posibles. Tenemos que aprender a ser piadosos con nuestra propia familia, en primer ligar, y esto tenemos que enseñarlo a nuestros hijos y nietos desde su más tierna infancia. Además debemos ser nosotros ejemplos con nuestros propios padres. Muchos son los que abandonan a su “suerte” a sus ancianos, desentendiéndose de ellos o dejándolos con alguien que les cuide sin saber si esa persona está formada para ese trabajo en el sentido más amplio de la palabra. Dime como cuidas a tus ancianos y te diré como te cuidarán a ti, si llegas a anciano.
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Un Ciclo de la Vida
Un Ciclo de la Vida
La vejez deber ser el ciclo de la vida en el cual vemos los sueños hechos realidad, a lo menos así nos gustaría a todos. "Ya Abraham era viejo, bien avanzado en años; y Adonai había bendecido en todo a Abraham. (Génesis 24.1). Llegar a ser viejo como Abraham y ver como Dios nos ha bendecido en todo, debe producir una especial satisfacción. Saber llegar a esa etapa de la vida es también un reto a superar. Muchos en nuestro tiempo tratan de parar el tiempo y parecer jóvenes siempre. Entrar en la vejez aceptando los cambios que implica es parte de la bendición de Dios. Cuando somos jóvenes, por lo general, no pensamos en que un día seremos ancianos. No nos preocupamos por los que están en ese ciclo y algunos hasta desprecian a los que llaman despectivamente “viejos”. En el Reino de Dios se nos enseña a respetar a los mayores, a los ancianos, dicho de otra manera a los que tienen canas. "Delante de las canas te levantarás y honrarás el rostro del anciano. De tu Dios tendrás temor. Yo, Adonai" (Levítico 19.32). Tenemos el Mandamiento de honrar a los ancianos, que está relacionado, como no puede ser de otra manera, con el temor a Dios. A mayor honra a Dios, mayor respeto y honra a los ancianos, sean nuestros familiares directos o no lo sean. La honra a los ancianos no es solo un concepto, es además una actitud que se manifiesta levantándose literalmente ante su presencia. El respeto debe manifestarse con palabras y con hechos. Es más que evidente que lo que sembremos, recogeremos.
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Preceptos del Reino de Dios
