La libertad de expresión está en manos de unos pocos gigantes de los medios de comunicación sean en el sector de la prensa, radio, televisión, medios digitales o redes sociales ¿Estamos asistiendo en directo a una guerra para manipular a las masas y no nos estamos dando cuenta? El ataque constante y sistemático contra Israel es la mejor prueba de la guerra en la que nos encontramos inmersos. La alerta nos viene curiosamente desde los mismos medios y redes sociales que nos advierten del peligroso momento en el que nos encontramos. Un flujo de información que no pueden parar, aunque lo están intentando de todas las maneras posibles. El mismo Cielo nos avisa, y haríamos bien en escuchar atentamente, cuando nos dice que “el que tenga oídos para oír, oiga”. El ataque directo a la libertad de expresión y conciencia, de los gigantes de la comunicación, ha quedado al descubierto con toda claridad en estos aciagos días de censura informativa y brutal narrativa antiisraelí. "El ataque cons
En todo lugar se construyen megaciudades, megaaeropuertos, megaestructuras o megamaquinarias por citar ejemplos por todos conocidos. La tendencia a lo MEGA se ha contagiado a los estadios y centros comerciales, pero lo más preocupante es que esa tendencia ha alcanzado a las antiguas comunidades de fe que hoy se las conoce como megaiglesias. Las pequeñas comunidades de fe familiares en su mayoría se quedan vacías y los grandes grupos religiosos acaparan a cuantos huyen de la responsabilidad de servir al prójimo, en su lugar de residencia, al estilo de aquellos que seguían al Mesías en Jerusalén. Unas comunidades de fe guiadas por la Escritura que con valor enseñaban de forma práctica ayudándose mutuamente los unos a los otros ¿Qué podemos aprender de la actual situación y cómo podemos revertirla para el bien de nuestras familias? Un trabajo que precisa de valientes y comprometidos compañeros del Camino. “Todos los que habían creído estaban juntos y tenían en común todas las cosas” Hec