¿A qué corriente del Judaísmo se convirtió Rut?

En el tiempo cuando la Ley de Dios fue entregada a Moisés en el Monte Sinaí el pueblo hebreo adquirió un patrón religioso que ha marcado su identidad hasta hoy en día. El libro de Rut es leído en este periodo del año en el contexto de la Fiesta de Shavuot que como todos saben recuerda la entrega de la Ley de Dios.

El caso más llamativo de la llamada conversión de alguien, ajena a la cultura religiosa de Israel, está protagonizado por Rut la moabita. Lo sorprendente es que los moabitas eran enemigos declarados de Israel. La pregunta que nos hemos hecho y que vamos a contestar es ¿A qué corriente del Judaísmo se convirtió Rut? En el Judaísmo conviven varias corrientes de pensamiento con tradiciones diferentes, aunque con un factor común de unidad en torno a la Escritura.

Las variadas prácticas religiosas en el Judaísmo se deben a tradiciones influenciadas por lo que hemos llamado patrón cultural y religioso impuesto por las diferentes interpretaciones de diferentes rabinos, en diferentes épocas. Muchas de esas interpretaciones son opuestas, contradictorias y excluyentes las unas de las otras, pero en el contexto del llamado Judaísmo son interpretadas como enriquecedoras por ser percibidas como una especie de cuadrilátero donde en sus esquinas se sitúan cuatro puntos de vista.

En un principio esto de las “cuatro esquinas” se puede percibir como enriquecedor, pero solo es un concepto teórico establecido por una cierta élite que se autodefine como intelectual. Los más sabios del momento en sus respectivas especialidades relacionadas con el Judaísmo se enfrentan dialécticamente hablando para exponer sus diferentes puntos de vista en torno a un cierto tema. Hasta aquí todo correcto.

El problema llega cuando en este cuadrilátero de las esquinas dialécticas se discuten temas que son por su naturaleza espiritual conflictivas a las cuales ninguno quiere entrar. Las cuatro esquinas es un juego de la llamada élite intelectual que hacen ver en público lo formados intelectualmente que están y lo magnánimos que son para aquellos que no tienen su currículum de sabiduría religiosa. Si en verdad aplicasen principios espirituales serían capaces de aceptar las diferencias entre corrientes del Judaísmo, pero lamentablemente son extremadamente excluyentes incluso dentro del Judaísmo en términos generales y con un marcado patrón cultural y religioso.   

En el Judaísmo coexisten corrientes de pensamiento tales como el Judaísmo Ortodoxo; Judaísmo Ultraortodoxo, Judaísmo Reformista, Judaísmo Conservador o el Judaísmo Reconstruccionista considerado como progresista, aunque es un término muy ambiguo que tiene connotaciones políticas nada positivas. En estas y otras corrientes del Judaísmo se encuentran a su vez divisiones y subdivisiones como puede ser el Judaísmo Jasídico, que sale del movimiento ultraortodoxo, el cual también tiene una corriente opositora llamada Mitnagdismo que rechazan algunas posturas del jasidismo.

"Los judíos reformistas, ortodoxos y masortíes mantienen unos con otros relaciones… pero están organizados en grupos completamente autónomos. Las diferencias entre los judíos ortodoxos y no ortodoxos, o practicantes y no practicantes según los ortodoxos, se considera una amenaza a largo plazo a la estabilidad del Estado de Israel, donde la mayoría es no practicante, aunque el poder político y religioso está en manos de los ortodoxos."

En este listado de corrientes del Judaísmo encontramos también las definidas como corrientes menores entre las cuales está el Judaísmo Caraita que se denominan "seguidores de la Escritura" y que creen que la única fuente de máxima autoridad es el Tanaj. En este listado de “corrientes menores” también está el denominado Judaísmo Nazareno, el Judaísmo Mesiánico y otras corrientes que trataremos después.

"El Judaísmo Nazareno es un movimiento judío, cuya base de creencias se encuentra en el Tanaj, además de tener en cuenta tanto los escritos de los primeros discípulos de Yeshua de Nazaret (sin considerarlos evangelios) como textos de fuentes judías, como el Talmud y los manuscritos de Qumram. El término no debería ser confundido con los nazarenos, sino que es una denominación en el judaísmo de los discípulos de Yeshua, que eran judíos (ortodoxos según la aceptación de la época), y que en el cristianismo llegarían a llamarse apóstoles".

"Lo más notable en la corriente nazarena (como también la corriente mesiánica) es su creencia que Yeshua de Nazaret es el Mashiaj elegido por Hashem, apartándola del grueso del Judaísmo que ve imposible la llegada del mesías como hecho consumado. Sin embargo, los judíos nazarenos no creen en conceptos trinitarios, ni en la divinización del mesías, ni en el nacimiento virginal u otros dogmas que forman la base dogmática del cristianismo".

En este punto no vamos a entrar a definir en profundidad lo que creen cada uno de estos grupos ya que sería imposible de tratar ni en este, ni en mil programas, aunque a esta lista de corrientes del Judaísmo hemos de añadir alguna más que la trataremos al final del tema de hoy, por tanto la pregunta sigue siendo la del principio ¿A qué corriente del Judaísmo se convirtió Rut? ¿Se podría integrar Rut a alguna de estas corrientes de Judaísmo? ¿La conversión de Rut se podría encuadrar dentro de alguna corriente pasada o actual del Judaísmo? Antes de contestar a estas preguntas deberíamos escuchar lo que dijo Rut que es entendido en términos generales como el momento de la conversión de Rut.  

En el Libro que lleva su mismo nombre encontramos el momento cuando Rut responde a su suegra judía Noemí unas palabras que han sido una motivación para muchas generaciones que ven en esta declaración de Rut el prototipo de conversión al Judaísmo. Unas palabras poderosas que definen lo que debería ser considerado una verdadera conversión por amor y sin ningún interés material por parte de Rut.

En el contexto de la Festividad de Shavuot recordamos y celebramos la entrega de la Ley de Dios en el Monte Sinaí y se lee el Libro de Rut ¿Qué le respondió Rut a Noemí cuando esta le dijo que se volviera con su familia? Recordemos que Noemí no tenía nada que ofrecer a Rut en el plano material. Noemí era viuda y sin hijos ya que estos también habían fallecido por lo cual creyó que lo mejor era volver a la tierra de Israel de donde había salido. La respuesta de Rut es épica y concluyente.  

“Rut respondió: —No me ruegues que te deje y me aparte de ti, porque a dondequiera que tú vayas, iré yo, y dondequiera que vivas, viviré. Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios, mi Dios” Rut 1.16

La llamada conversión de Rut salió de su corazón y no de un proceso de estudio, repetición, memorización, aceptación de normas sociales, culturales o religiosas así como de un juicio religioso que determinase si era judía o no lo era. La conversión de Rut se efectuó por un proceso interno emocional y espiritual de aceptación de la Ley de Dios que está impresa parcialmente en el corazón del ser humano. La impronta de Dios está en nuestro ADN bajo la Ley de Dios que enseña que hemos sido creados a imagen del Creador. Todo artista deja huella en su creación como no podía ser de otra manera. El Creador de todo lo que vemos y lo que no vemos ha dejado su huella en cada uno de nosotros independientemente de nuestro origen racial, patrón cultural o trasfondo religioso que hayamos recibido o que se nos haya impuesto.

Todos los seres humanos llevamos la huella del Creador en nuestra identidad interior bajo un nombre que el Creador ha puesto en nuestro corazón. Los que descubren su verdadero nombre, el que Dios les puso antes de nacer, emprenden un proceso de autoafirmación espiritual que los lleva a reconocer a su Creador y al Pueblo que el Cielo también creó para que vivamos con un mismo patrón espiritual establecido por Dios.

El Shemá es una declaración pública de cuál es nuestro Dios y nuestro Pueblo bajo la afirmación de que hay un solo Dios y Pueblo de Dios, valga la redundancia, aunque hay muchas naciones de las cuales procedemos que han marcado nuestro patrón cultural. El énfasis de la declaración está en el interior de la persona, a saber, corazón alma y fuerza y no tanto en la identidad étnica, cultural o religiosa.

El Shemá no es una declaración religiosa, sino una llamada de atención del Cielo, entiéndase un Mandamiento, para que hagamos lo que debemos estemos dónde estemos. No es lo que decimos que somos lo que nos define sino lo que hacemos con esa identidad espiritual que está entretejida en nuestro corazón, alma y fuerza que es un atributo de la voluntad. Lo que declaramos lo hacemos con nuestro corazón, donde radican las emociones. Con nuestra alma donde radica el conocimiento y con todas nuestras fuerzas que es nuestra capacidad de decisión o voluntad.

“Oye, Israel: El Señor, nuestro Dios, el Señor uno es. Amarás al Señor, tu Dios, de todo tu corazón, de toda tu alma y con todas tus fuerzas. Deuteronomio 6.4-5

El Templo de Jerusalén fue construido bajo los planes y los planos del Creador, para ser considerado Casa de Oración para todas las naciones o pueblos. La placa con la que se bebe reconocer el Templo de Jerusalén debe decir Casa de Dios para todas las Naciones. Las divisiones del llamado Patio de los Gentiles, por ejemplo, podría ser considerada una división ficticia impuesta por el poder político religioso, para marcar unas diferencias de todo tipo que no estaban en los planes originales de Dios. En su inauguración Salomón dejó asentado el principio de que la Casa de Dios en Jerusalén es Casa de Oración para todos los pueblos.

Asimismo el extranjero, que no es de tu pueblo Israel y viene de lejanas tierras a causa de tu nombre (pues oirán de tu gran nombre, de tu mano fuerte y de tu brazo extendido), y llega a orar a esta casa, tú le oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, y harás conforme a todo aquello por lo cual el extranjero haya clamado a ti, para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre y te teman, como tu pueblo Israel, y entiendan que tu nombre es invocado sobre esta casa que yo edifiqué. 1ºReyes 8.41-43

Dios quiere que todos los hombres, entiéndase mujer y hombre, se salven y que conozcan la Verdad. Solo hay una Única Verdad, un Único Dios Verdadero y un Único Pueblo el cual hemos de reconocer en algún momento de nuestra vida. Solo hay igualmente una vida. No hay reencarnación que es otra adición rabínica que hacen que muchos crean en la segunda, tercera, cuarta, quinta o las que sean de oportunidades de poder saltarse la Ley de Dios en su vida y dejar la obediencia para otra supuesta vida.

Todos aquellos que temen a Dios y guardan sus Mandamientos están en la disposición de formar parte del mencionado Judaísmo de Corazón. Una corriente a modo de poderoso rio espiritual del Judaísmo de la cual nadie puede negar que formes parte. Tu identidad está en tu corazón y la forma en que vives es una evidencia empírica la cual han definido algunos “como aquella información que adquirimos a través de la observación o la experimentación” que en nuestro caso la llevamos de serie en nuestro corazón. La identidad espiritual que tenemos está incluida en nuestro corazón.

El Pueblo de Dios es el que está formado por todos aquellos que confiesan o vocalizan quién es su Dios y su Pueblo, con mayúsculas, independientemente de la nación en la que nacieron o se criaron. El patrón cultural no es excluyente para que alguien pueda ser considerado judío o no judío ¿Cómo sería considerada Rut con un patrón cultural moabita? Los moabitas eran considerados enemigos de Israel, aunque estaban emparentados.

“Así fue como Booz tomó a Rut y se casó con ella. Se unió a ella, y Dios permitió que concibiera y diera a luz un hijo” Rut 4.13

La confesión de Rut la hizo partícipe de la bendición de los descendientes de Abraham llegando a ser por derecho del Cielo parte del Israel de Dios. El matrimonio de Rut con uno de los hijos de Noemí fue sin duda polémico incluso en su época. Con todo Rut figura en la historia como parte de la descendencia del mismísimo rey David.

“Tomando Noemí al niño, lo puso en su regazo y lo crio. Y le dieron nombre las vecinas, diciendo: «¡Le ha nacido un hijo a Noemí!». Y le pusieron por nombre Obed. Este fue el padre de Isaí, padre de David” Rut 4.16-17

La historia de Rut es todo un ejemplo del más alto nivel espiritual de cómo se llega a formar parte del Pueblo de Dios independientemente de su trasfondo, cultura o patrón religioso. La moabita Rut identificó su verdadera identidad espiritual y al confesarla en público abrió el camino a la verdad y a la vida, pero ¿A qué corriente del Judaísmo se convirtió Rut? A la más corriente de las corrientes del Judaísmo que debe ser entendida como la que está en uso en el momento presente; lo estaba en el tiempo pasado y lo estará en el tiempo futuro, por tanto ¿A qué corriente del Judaísmo se convirtió Rut? La corriente espiritual a la que se integró Rut y a la que todos deben integrarse se define como Judaísmo de Corazón.

El Judaísmo de Corazón es una corriente dentro del Judaísmo que ha estado presente a lo largo de toda la historia, pero que no ha sido reconocida por otras corrientes sean o no ortodoxas. Ante el Tribunal del Cielo una persona es judía no por la circuncisión de la carne sino por la circuncisión del corazón, por mucho que esto pueda impactar las creencias de algunos.

Los procesos de conversión al Judaísmo son supervisados por un Beit Din que es un tribunal rabínico que, por lo general, consta de tres rabinos que son quienes deciden si la persona examinada puede ser judía o no ¿Hubiera sido considerada judía Rut por un Beit Din de la época? Sin la menor duda que no, pero gracias al Cielo que la conversión al Judaísmo está en manos del Tribunal del Cielo y no de un Tribunal Rabínico exclusivamente.

La Casa de Juicio o Beit Din forma parte del Judaísmo, pero su autoridad tiene que ser refrendada por el Cielo siempre y en todo caso. No estamos denostando el trabajo de un Beit Din, pero deberían estar conscientes de la gran responsabilidad ante Dios que tienen sus decisiones. El juicio que determina si alguien es o no es judío en el sentido espiritual, no étnicamente hablando, está determinado por la parte interior de la persona a la cual nadie puede acceder excepto Dios.

No es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu y no según la letra. La alabanza del tal no viene de los hombres, sino de Dios. Carta a la Comunidad Judía en Roma (Romanos 2.28-29

La Escritura enseña que no es judío, entendido aquí como distintivo de creyente, aquel que lo es por nacionalidad o por nacimiento. Todos tenemos nacionalidad, pero no por eso respetamos a Dios y guardamos sus Mandamientos. El ser judío entendido como adorador de Dios, eso significa judío, no es un derecho legal o una nacionalidad. El judío o judía que es considerado como tal por el Cielo es aquel que esta circuncidado en el corazón ¿A qué corriente del Judaísmo se convirtió Rut? A la corriente del Judaísmo de Corazón que fue también el que enseñó, vivió y practicó Yeshua.

El Judaísmo que enseñó Yeshua es evidentemente el que hemos denominado Judaísmo de Corazón. Toda la Escritura apela a nuestro corazón, para que seamos ejemplos y agentes de cambio de un mundo que está en ruinas morales, culturales y espirituales. Todo lo demás es una interpretación privada que tiene el valor que cada uno le quiera dar. El Judaísmo de Corazón está abierto para todos aquellos que como Rut puedan y quieran decir “Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios, mi Dios” ¿Estás en disposición de declarar tu fe en el Dios de Israel? Aquí está la declaración de Rut que abre las puertas a la bendición y a la consiguiente integración en el Pueblo de Israel. Hazlo saber.

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