El peligro de creerse con autoridad espiritual

En este artículo se discute sobre la peligrosidad de creerse con autoridad espiritual y cómo esto puede llevar a la manipulación o engaño de las personas que buscan soluciones rápidas para sus problemas. 

La autoridad espiritual es un don concedido por el Cielo a aquellos que sirven en el Reino de Dios sin ánimo de lucro o reconocimiento. Sin embargo, hay muchos que se creen con autoridad político-religiosa y buscan lucrarse de diferentes formas, arrastrando a muchos hacia la perdición ¿Cuáles son los peligros de creerse con autoridad espiritual? Aquí lo vamos a explicar.

En un mundo lleno de charlatanes, impostores y farsantes espirituales, aquellos que se autoproclaman como portadores de autoridad espiritual destacan por encima del resto. Sin embargo, ¿Qué peligros conlleva creerse con dicha autoridad? La verdad es que la autoridad espiritual no puede ser demostrada mediante certificados, títulos o estudios universitarios, por muy espirituales o religiosos que parezcan. Es por ello muy importante analizar el peligro de creerse con la autoridad espiritual y denunciar a aquellos que se aprovechan de esta supuesta autoridad para lucrarse y a la vez satisfacer su ego.

La mejor manera de entender algo es poner ejemplos claros que en este caso que nos ocupa no son cuentos o ilustraciones sino hechos históricos contrastados y con un significativo fondo espiritual. En este contexto nos vamos a situar en un cierto momento de la vida de Pablo en la ciudad de Éfeso con unos acontecimientos que no pueden pasar desapercibidos para ninguno de nosotros. El enfrentamiento contra el mal es una lucha constante que no se acaba, aunque nos sintamos tranquilos y despreocupados. El mal nunca descansa.

La autoridad espiritual es un don que el Cielo concede a quienes sirven en el Reino de Dios sin el ánimo de ser reconocidos o de querer lucrarse de una forma o de otra ¿Habrá muchos hombres o mujeres que quieren ser reconocidos, halagados, o reverenciados? ¿Habrá muchos que quieran lucrarse de todas las formas posibles aparentando que tienen autoridad espiritual? Legión, ya lo hemos dicho antes, son legiones de falsos y supuestos creyentes que arrastran a muchos al abismo oscuro de la perdición.

El concepto más peligroso por su atractiva influencia es precisamente la palabra milagro. Los que buscan soluciones rápidas para problemas endémicos lo que más les mueve es oír algo que suene a milagro. Los anuncios de ciertos productos siempre emplean términos como milagroso o similares. Los milagros son acciones de Dios no acciones humanas. No hay nadie que haga milagros que son un atributo exclusivo de Dios.

“Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo” Hechos 19.11

Los milagros eran tan extraordinarios que incluso con ropa de trabajo de Pablo, pañuelos o delantales, con tocar el cuerpo de los enfermos se sanaban. Los milagros en general deberían ser lo más normal en nuestra vida, pero la falta de fe hace que carezcamos de la capacidad espiritual de reconocerlos y experimentarlos. Lo extraordinario de los milagros que están aconteciendo alrededor de Pablo es que además de producirse sanidades de una manera sorprendente se estaban produciendo liberaciones.

Las enfermedades en una cierta proporción son de carácter espiritual ¿Qué significa enfermedades de carácter espiritual? Significa que no todas las enfermedades son meramente desajustes físicos o problemas relacionados con la parte material del ser humano. Hay enfermedades que tienen su base en cuestiones espirituales de las cuales estamos desapercibidos. En nuestras modernas sociedades creemos que todo se arregla con una simple pastilla o con cualquier otro tipo de medicina. Por término general los doctores solo consideran las enfermedades de carácter físico o cuánto más las producidas por trastornos psicológicos, pero nunca consideran las enfermedades producidas por cuestiones espirituales. Lo que estaba aconteciendo en la comunidad judía de Éfeso, cuando Pablo estaba allí, era ciertamente milagroso en todos los sentidos. Si habláramos de avivamientos aquí podríamos entender lo que significa el mover de Dios y sus consecuencias a las que nosotros hemos llamado el mencionado avivamiento.

“de tal manera que hasta los pañuelos o delantales que habían tocado su cuerpo eran llevados a los enfermos, y las enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían” Hechos 19.12

En el caso que nos ocupa además de ver milagros extraordinarios como los ya comentados podemos observar que junto con la sanidad también había liberaciones de carácter espiritual. Los espíritus malos se nos dicen literalmente salían de los enfermos. Por un lado observemos la continuidad del texto que nos indica que las sanidades y las liberaciones están vinculadas a lo menos en este caso en particular ¿Qué estaría produciendo esas enfermedades físicas y espirituales? El texto nos relata que había algunos que pretendían tener autoridad espiritual de manera como es obvio que les produjeran réditos materiales, aunque sin estar conscientes de lo peligroso que era lo que estaban haciendo.

Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: «¡Os conjuro por Jesús, el que predica Pablo!». Hechos 19.13

La expresión aquí empleada “os conjuro” denota claramente lo que en realidad eran los que se definían como exorcistas. El diccionario lo define así: “Se denomina conjuro a la fórmula o expresión mágica que, al ser pronunciada, permite obtener aquello que se pide. Un conjuro, en este marco, es el acto y el resultado de conjurar: invocar la asistencia de algo sobrenatural, expresar exorcismos”. Lo que estaban haciendo era un conjuro mágico para invocar la intervención de algo sobrenatural y sí qué vino algo sobrenatural. Lo que vino fue un espíritu del mal que los dejaría en peligrosa evidencia.

Hoy en día muchos de esos conjuros son vocalizados como “yo te ordeno” o “yo decreto” que son muy usados por muchos que se creen con autoridad espiritual. Todos estos son peligrosos especialmente para personas desconocedoras de las verdades y advertencias que nos enseña la Escritura, para no caer en la influencia del mal.

Los que se abrogan la autoridad de hacer milagros son los primeros que están en peligro más que ninguna otra persona en el mundo. Por tanto lo esencial que hemos de tener muy en cuenta es saber que no hay nadie que haga milagros por muy redundante que pueda parecer esta afirmación. Solo Dios hace milagros, pero aun así son también una legión los que buscan tocar la mano del artista de turno con canciones de apariencia espiritual creyendo que se les va a pegar el don de cantar. A lo que están expuestos cómo mucho es a que se les pegue una enfermedad.

Los que buscan milagros sin aceptar que solo es Dios el que hace milagros están expuestos a contagiarse de cualquier cosa negativa física, emocional o espiritual, por eso insistimos ¿Quién hacía los milagros que están aconteciendo en Éfeso? Dios, exclusivamente Dios, que eran además milagros extraordinarios. Muchos son los que piensan que tienen autoridad espiritual que se creen con la capacidad de ordenar la liberación de aquellos que están bajo la autoridad el mal. Todo parece indicar que son inconscientes o soberbios no hay otra posibilidad, pero sea como sea están en peligro de lo cual tenemos claros ejemplos.

Había siete hijos de un tal Esceva, judío, jefe de los sacerdotes, que hacían esto. Hechos 19.14

Toda una familia la de un tal Esceva dedicada al exorcismo ambulante, en otras palabras que iban de un lugar a otro ofreciendo servicios de liberación, nada más y nada menos que se les ocurrió demostrar que tenían autoridad espiritual usando el nombre de Yeshua el que predicaba Pablo ¿Se puede ser más pedantes? Bueno, esto no es nada nuevo en nuestros días. La cantidad de lobos disfrazados de ovejas que se van ofreciendo como exorcistas para liberar a aquellos que están bajo las garras del mal son también una legión de soberbios que quieren aparentar tener autoridad espiritual ¿Están en peligro por creerse que tienen autoridad espiritual? Absolutamente que están en peligro, pero son ellos los únicos responsables. Lo peor es que también ponen en peligro a los que recurren a ellos y los siguen.

El tal Esceva no era sacerdote sino más bien un título adoptado para aparentar más dignidad ante quienes recurrían a él. Este personaje era alguien que se dedicaba a la magia junto con un grupo con los mismos intereses que se llamaban hermanos. Lo peligroso que estaban haciendo era querer suplantar la autoridad de Pablo utilizando el nombre de Yeshua como una especie de conjuro o palabra mágica.

En estos días ya lo hemos dicho que son muchos los que están utilizando una autoridad que no tienen empleando el nombre de Yeshua (Jesús) para hacerse notar y recibir reconocimiento, honores y prebendas materiales. El nombre de Yeshua no es una fórmula mágica o conjuro que concede todos los deseos de forma automática como algunos creen y hasta se atreven a enseñar.

La “familia” Esceva estaba practicando las artes mágicas las cuales estaban al igual que hoy día en pleno apogeo. Las sociedades bajo la influencia del mal están contaminadas con toda clase de ritos paganos, religiones oscuras, espiritismo en todas sus formas, influencia del Zodiaco y todo aquello relacionado con las llamadas ciencias exotéricas y el más conocido por su extensión e influencia el horóscopo al que muchos están ligados a diario.

El atrevimiento de este clan de exorcistas ambulantes le llevó a utilizar el nombre de Yeshua, el que predicaba Pablo para liberar a una persona que estaba dominado por un espíritu malo. Por el contexto del texto, valga la redundancia, este hombre estaba también practicando algún tipo de ritos relacionados con la magia o similares. El espíritu malo, tal cual lo define la Escritura, que estaba en este hombre le hacía violento e impredecible. Dos características muy evidentes de aquellas personas sometidas a la influencia del mal y vinculadas en alguna forma con las mencionadas ciencias exotéricas. A la “orden” de algunos de los frustrados exorcistas el espíritu malo les contestó de forma sorprendente lo que leemos en el siguiente párrafo del texto en el Libro de Hechos.

Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: «A Jesús conozco y sé quién es Pablo, pero vosotros, ¿quiénes sois?». Hechos 19.15

Aquí observamos que el espíritu malo conocía a Yeshua (Jesús) y a Pablo. En otras palabras reconocía la autoridad espiritual del Mesías y de Pablo, pero no la supuesta autoridad del clan de los Esceva, por llamarles de alguna manera. En este punto hemos de recordar lo que explicamos en el capítulo anterior de la autoridad del nombre de Yeshua sobre todo nombre en el Cielo, en la tierra y debajo de la tierra. Toda rodilla se dobla ante la autoridad de Yeshua y la de aquellos a quién Dios le ha delegado la mencionada autoridad espiritual.

El clan de los Esceva había entrado en el terreno pantanoso del mal de forma arrogante creyéndose que tenían una autoridad espiritual de la cual evidentemente carecían ¿Cuál fue el resultado de tan soberbia acción? Que el espíritu malo los dominó, agredió poniéndoles en evidencia delante de muchos que los estaban siguiendo. Los desnudó de sus ropas y de su supuesta autoridad. Quedaron desnudos ante Dios y los hombres por su arrogancia además de su adicción a las malas artes mágicas con sus peligrosos conjuros.

El hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando sobre ellos y dominándolos, pudo más que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos. Hechos 19. 16

Además y lo más grave es que el espíritu malo siguió dominando al hombre lo cual fue un llamativo recuerdo a toda la ciudad del peligro que conlleva creerse con autoridad espiritual. El clan de los Esceva huyó avergonzado, golpeado, desnudo de toda ropa y de autoridad. Tarde o temprano todos aquellos que se abrogan la autoridad espiritual atreviéndose a emplear el nombre de Yeshua (Jesús) tendrán un encontronazo con el mal y quedará expuesta su arrogancia ante todos.

Tú dices: Yo soy rico, me he enriquecido y de nada tengo necesidad. Pero no sabes que eres desventurado, miserable, pobre, ciego y estás desnudo. Apocalipsis 3.17

La legión de falsos profetas y charlatanes espirituales, aquellos que se creen con autoridad espiritual, destacan por hacer ostentación de riqueza y aparentar que no necesitan nada y a nadie. Lo que no saben es que son en realidad a los ojos de Dios desventurados, esto es sin bendición, además de miserables por carecer de empatía con los necesitados. Pobres y ciegos por su egocentrismo y desnudos por su carencia de autoridad espiritual.

En conclusión, creerse con autoridad espiritual puede llevar a cabo una gran cantidad de peligros, incluyendo la manipulación de personas vulnerables y la pérdida de fe en Dios. La verdadera autoridad espiritual es un don que se concede a aquellos que sirven en el Reino de Dios sin buscar el reconocimiento o el lucro personal.

Por otro lado es también importante reconocer que pueden existir las enfermedades de carácter espiritual y ser verdaderamente sanadas mediante la autoridad espiritual. Por otro lado también es necesario tener cuidado con aquellos que se hacen pasar por poseedores de la autoridad espiritual. La verdad solo se puede encontrar a través de la fe en Dios como único y verdadero autor de los milagros, prodigios y sanidades sean físicas, emocionales o espirituales.

El ejemplo de Pablo en Éfeso ilustra la verdadera autoridad espiritual y su capacidad para producir milagros y liberaciones, y nos recuerda la importancia de servir desinteresadamente en el Reino de Dios. Aquellos que pretendan ejercer autoridad espiritual, sea en la forma que sea, son los primeros en estar en peligro frente al mal, aunque por lo general son así por estar previamente contagiados por espíritus engañadores ¿Cómo nos contagiamos del mal? ¿Qué formas tiene el mal para dominarnos? ¿Podemos ser libres de la influencia del mal? Estas preguntas y algunas más muy importantes las vamos a tratar en el próximo capítulo.

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