EUROPA A LAS PUERTAS DEL JUICIO
Estuvimos a las puertas de un Juicio que marcará el resto
del año. Todo lo que no hayamos arreglado o cambiado antes del Día de la
Sentencia o Iom Kipur, empeorará, irremisiblemente a lo largo del año.
La llamada al cambio, que se traduce en forma de Juicio en
Rosh Hashaná, afecta a personas, grupos, organizaciones, empresas o países, en
pocas palabras al mundo entero. El Juicio afecta a todas las capas de la
sociedad, pobres o ricos, el Cielo no hace acepción de personas. Oíd esto,
pueblos todos; escuchad, todos los habitantes del mundo, tanto los plebeyos
como los nobles; el rico y el pobre juntamente (Salmo 49.1–2).Como ya hemos señalado, los acontecimientos de estos días afectarán al resto del año, lo cual significa que tendremos un año marcado, más que este, por los conflictos bélicos a escala internacional. La guerra en Siria entrará en una fase irreversible. La destrucción casi total del país, juntamente con Irán y Líbano será, una realidad que veremos previsiblemente en directo. Los regímenes dictatoriales de Siria e Irán, unirán sus fuerzas para combatir al "demonio americano" y al odiado enemigo sionista, apoyados por grupos como Hezbolá del Líbano y demás "marcas" terroristas de corte islamofascista, algo que no es ciertamente novedoso. El moderno Israel, vive en continuo estado de alerta, desde su creación como estado. Rodeado de fieros enemigos, Israel la única democracia de Oriente, no debe olvidarse, ni dejar de repetirse, se mantiene firme frente al terrorismo islamista y frente a una Europa que siempre está metiendo palos en las ruedas del Pueblo de Israel.
Hablar de antisemitismo europeo es más que necesario, cuando
después de pocas décadas, el fascismo de izquierdas y derechas crece, mezclado
con el fascismo islámico. Europa no ha corregido, ni actuado como debiera
contra el auge del fascismo en su propio suelo. Dado que n se corrige, no se
actúa y se es permisivo con todo tipo de fascismo, Europa será lamentablemente
de nuevo, un campo de batalla. El Juicio y la sentencia son ineludibles.
La tibia Europa jugará a lo de siempre, protestará airadamente, contra la más
que previsible intervención norteamericana en Siria. A la vez, seguirá callada
ante los cientos de miles de muertos que el régimen sirio, con su presidente
Bashar al-Asad a la cabeza como responsable directo, ha provocado. La pasividad
e indiferencia, que Europa muestra ante el uso de armas químicas por parte del
ejército sirio, le hace blanco directo de los próximos ataques terroristas de
los grupos islámicos. La ley de la cosecha, lo que se siembra se recoge, nos
dice que Europa cosechará el terror que no quiere combatir.
La Sentencia de Iom Kipur se ve venir. Un año más de guerra
y terror, no solo para los países que hoy están en "conflicto" como
algunos lo definen, también para una Europa que no defiende al débil y en muchos
casos inocente. Una Comunidad Económica Europea que no oye los gritos de los
niños, mujeres o ancianos, retorciéndose de dolor, con los espasmos que le
producen las armas químicas, que indudablemente Bashar al-Asad ha permitido
usar a su ejército. Una Europa que tendrá que experimentar en sus propias
carnes, el dolor de ver morir a sus hijos, por la indiferencia que mostraron,
al ver morir a los hijos de otros. ¿Duro? Lamentablemente lo es, pero esconder
la cabeza para no ver lo que sucede alrededor y no intervenir contra el mal con
mayúsculas, es más duro, perverso y peligroso. Reflexionar a la luz de los
acontecimientos, sin tomar acción, es un ejercicio intelectual que propicia y
propiciará la muerte de millones de personas. "El mal triunfa cuando los hombres
buenos no hacen nada". La conocida frase tiene hoy una vigencia
escalofriante, especialmente, cuando estamos a las puertas del Juicio y su
consiguiente Sentencia.
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