Im Labyrinth des Schweigens - Trailer Deutsch / German HD
Por Laura G. Torres "Antes de empezar a estudiar sobre el tema, si alguien me hubiera preguntado sobre la Segunda Guerra Mundial, hubiese dicho que existió la guerra, Auschwitz, el holocausto...; y que después de la guerra Alemania empezó a hacer limpieza... Pero no, durante 20 años intentó ocultarlo". Con esta sorpresa se encontró el director Giuliio Ricciarelli cuando arrancó el proyecto de La conspiración del silencio, el drama histórico que describe el largo proceso que llevó a sentar en el banquillo a varios de los oficiales de la SS destinados en el campo de concentración más tristemente famoso del holocausto nazi, Auschwitz-Birkenau, donde fueron asesinadas más de 1,1 millones de personas.
La película arranca en el Frankfurt de 1958, donde nadie quiere mirar atrás hacia el pasado del régimen nazi, pero el joven fiscal Johann Radmann (Alexander Fehling) encuentra unos documentos que le permiten poner en marcha un proceso judicial contra algunos de los SS que sirvieron en el campo. Pero los horrores del pasado y la hostilidad hacia su trabajo le hacen casi imposible abrirse paso a través de un laberinto en el que todo el mundo parece estar implicado o ser culpable.
La conspiración del silencio, que se estrena este viernes 23 en España, se basa en los hechos reales que llevaron al fiscal general Fritz Bauer (interpretado por Gert Voss) a poner en marcha los también conocidos como juicios de Frankfurt (1963-1965), la primera vez que un país juzgaba a sus propios criminales de guerra, y casi 20 años después de los juicios de Núremberg emprendidos por los aliados al acabar la II Guerra Mundial.
El pacto de silencio
"Cuando presentamos la película se me acerca gente que me dice que acabó el colegio en 1958 y que no fue hasta los años 60, y al ver en Estados Unidos un documental sobre los campos de concentración, cuando se dio cuenta de la existencia de esos campos. En aquella época, el canciller Konrad Adenaeur [primer dirigente de la RFA entre 1946 y 1963], pero también los americanos, habían hecho el pacto de callarlo", asegura en una entrevista con RTVE.es el director de la cinta, nacido en Milán hace 50 años pero aficando en Alemania, que reconoce que encontró un "tesoro" con esta historia de una época de la que no se sabía nada.
Ricciarelli, que debuta en el largometraje con esta historia tan "potente", señala que la película pretende ser "un homenaje" al fiscal Fritz Bauer, quien estuvo recluido un tiempo en el campo de concentración de Heuberg, y un intento de "reflejar cómo reaccionó una sociedad, en la que había una parte que sabía, pero que no quería saberlo". A la vez, matiza que esto ocurrió en la República Federal de Alemania, pero fue distinto en la Alemania Oriental, donde "se instrumentalizaba mucho el holocausto y el pasado nazi".
Fehling (Malditos bastardos, 2009), de 33 años y que también desconocía que su país intentó silenciar el holocausto, confiesa que para abordar su personaje, además de estudiar la Alemania de la época y profundamente el personaje de Bauer, tuvo que interiorizar que las personas de la época "puede que cometieran errores, que estuviesen ciegos o que tuvieran posturas distintas, pero eran gente sumamente inteligente".
El joven actor alemán, cuyo personaje no existió en la realidad, recuerda además que durante la preparación de la película tenía "muy presentes" a las víctimas, pues escuchaba en casa, "desde la mañana hasta la noche", documentos sonoros -no existen archivos audiovisuales- de sus testimonios sobre lo ocurrido en Auschwitz, "y también los de los criminales, y cómo mentían".
"España tiene que hacer frente a la historia"
Respecto a la situación de España y las denuncias internacionales por no haberse investigado los crímenes de la dictadura franquista, el director alemán cree que, aunque es "muy difícil", "un pueblo debe hacer frente a su historia, sobre todo en una democracia".
"Los procesos del Auschwitz fueron el primer intento de un pueblo de juzgar a sus propios conciudadanos, y eso es muy importante, hacer frente a la historia. Creo que para un ser humano y para la sociedad es esencial", asegura Ricciarelli, que precisa que opina como alemán.
En cuanto a la recepción del público alemán, el director de La conspiración del silencio dice estar que ha conseguido "moverle su interior", de lo que está orgulloso y supone "un sueño logrado".
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