Consecuencias personales y sociales de la ignorancia de la Biblia

En un país donde se ignora la Ley de Dios las consecuencias se hacen más que evidentes llegando la decadencia a sus gobernantes, instituciones, ciudadanos y hasta su mismísima sociedad religiosa, aunque se jacte de ser justa, solidaria y compasiva.



Las consecuencias de la ignorancia de la Biblia están produciendo dramáticos cambios, en todos los órdenes de la sociedad. Analicemos algunas de esas consecuencias, aunque sea de forma somera, que ya se están produciendo en todo el mundo.

Consecuencia: Promulgación de leyes contra la vida

Los gobernantes ignorantes de la Biblia con miopía espiritual promulgan leyes contra la vida de los niños en gestación, entre otras dañinas prácticas contra los seres humanos. Los Derechos Humanos de los niños en gestación han sido abolidos. En algunas naciones es muy posible que los abortos superen a los nacimientos. La mayoría de los países tienen estadísticas al respecto, aunque no son fáciles de entender ¿Serán tan preocupantes que incluso para los mismos gobiernos tratan de ocultar o maquillar? Son preguntas que debemos hacernos.

Los abortistas del presente son hijos de unos padres que fueron sensibles a preservar la vida por eso nacieron ellos. Si los padres de los abortistas fueran como ellos hoy no estarían vivos alentando el aborto de niños inocentes. Por mi parte en las redes sociales no sigo a quienes consideran el aborto de niños inocentes un derecho y la cadena perpetua para los asesinos un atentado a los derechos humanos. Si este es tu caso por favor deja de seguirme que no quiero tener la conciencia manchada de sangre inocente.

El aborto voluntario debería ser considerado un crimen de lesa humanidad, pero el abandono de la Ley de Dios ha dejado insensibles a millones de personas que no sienten ningún tipo de remordimiento al quitar la vida a un niño en gestación. La promulgación de leyes contra la vida es una de las consecuencias más dañinas para la condición que como seres humanos representamos.

Consecuencia: Involución sexual y de género

La revolución sexual pasó a ser involución. En estos momentos se persigue a los que manifestaban una conducta acorde a su género. La exaltación al ego transformista y transformado, por medio de intervenciones quirúrgicas, hace irreconocible a los hombres, de las mujeres y viceversa. El género masculino y el femenino se funden y confunden en uno irreconocible, con la pretensión de ser el tercer y único género que se acepte y se imponga a toda la sociedad. El concepto padre, madre o matrimonio han sido transformados y mezclados hasta el punto hacerlos irreconocibles conceptualmente y de forma práctica. Ya no sabemos quién es quién y que género representa.

Consecuencia: Una clase política alejada de los ciudadanos

La clase política cada vez más alejada de la realidad se ocupa y preocupa en añadir cuotas de poder a sus diferentes partidos sin compadecerse de la situación de penuria de millones de sus conciudadanos. La preocupación de los políticos se traduce en acciones tendentes a proteger su estatus como miembros de la clase política sin ninguna otra consideración. La separación entre la sociedad y su clase política es una realidad palpable. La profesionalización de los políticos los ha llevado a dejar sus funciones de cuidar a sus ciudadanos y centrarse en escalar puestos en la administración que les separa aún más de la realidad social en la que vive el país.

Los casos de recién llegados a la política de este país han dejado numerosos y llamativos ejemplos de políticos que venían a cambiar la sociedad y que hoy viven en opulentas casas. Las ganancias que la política les aportó cambión su ideología, aunque mantienen sus mismas premisas de cara al exterior por medio de los partidos que los sustentan. Unos políticos que entraron pobres y que en poco tiempo se han hecho ricos, pero mantienen el obsceno lenguaje contra los ricos que se hicieron así mismos.   

Consecuencia: Enormes desequilibrios sociales

Los poderosos referentes sociales, amadores compulsivos del dinero, acumulan riquezas de todo tipo y los pobres quieren imitarlos a toda costa. Los pobres espirituales quieren acumular y poseer más riquezas que los mismos ricos a los cuales tanto critican. La realidad es que los ricos y los pobres, de carácter espiritual, tienen la misma decadente clase social. Los ricos quieren enriquecerse más oprimiendo al pobre y los pobres quieren ser más ricos, para poder oprimir también a los ricos. Un círculo vicioso de egoísmo y avaricia, que ciega penosamente a toda la sociedad sean ricos o pobres.

Los desequilibrios sociales no se van a quitar haciendo que el pobre sea rico y que el rico sea pobre, aunque el dinero cambie de manos el corazón del hombre no cambia. Todos tenemos en común que hemos sido creados bajo las mismas premisas de bendición, pero nuestro afán por poder y acumular nos ha llevado a ser sociedades e individuos egoístas y carentes de sensibilidad por el que menos tiene sin que esto sea considerado un don. La pobreza y la riqueza no son un don en sí mismos. Los pobres no son mejores por ser pobres y los ricos no son peores por ser ricos. Los siguientes versículos nos han de servir de reflexión al respecto.

“El rico y el pobre tienen en común que a ambos los hizo Dios” Prov.22.2

“Mejor es el pobre que camina en su integridad que el rico y de perversos caminos” Prov.28.6  

“Hay quienes presumen de ricos y no tienen nada, y hay quienes pasan por pobres y tienen muchas riquezas” Prov.13.7

Consecuencia: Una justicia injusta con leyes injustas

La justicia ha cerrado sus ojos ante las víctimas y los violentos son ensalzados como héroes salva patrias, independentistas o nacionalistas. Las viviendas son ocupadas por bandas de asaltantes impidiendo a sus legítimos dueños habitarlas. Las leyes defienden a los asaltantes y desposeen de sus derechos, a sus legítimos dueños. La perversión de la justicia produce un efecto demoledor entre los indefensos ciudadanos que ven como sus derechos son conculcados en favor de delincuentes, violentos y corruptos grupos de presión.

Los criminales, terroristas y asesinos machistas dejan un reguero de sangre a su paso sabiendo, que las Leyes son indulgentes y que si fueran encarcelados en poco tiempo serán libres. Todo parece indicar que asesinar sale muy barato en este país y en el resto del mundo con algunas excepciones como en el Salvador que con una política de tolerancia cero contra las pandillas o maras está encarcelando a miles y miles de criminales. Todo un ejemplo para las débiles democracias que lejos de aplicar justicia están aplicando supuestos progresistas de políticas inhumanas e injustas.

“En el barbecho de los pobres hay mucho pan, pero se pierde por falta de justicia” Prov.13.23

“Mejor es lo poco con justicia que las muchas ganancias sin derecho” Prov. 16.8

“El rey que actúa con justicia afirma el país; el que solo exige tributos, lo destruye” Prov.29.4

Consecuencia: Una economía esclavista e inhumana

La economía ha entrado en un proceso destructivo, con la pérdida de miles de empleos. Muchos de aquellos ciudadanos que han pasado toda su vida pagando una vivienda, un techo donde refugiarse pierden sus casas, su dignidad y sus ganas de vivir. La sociedad se derrumba y parece que nadie va a tomar las iniciativas pertinentes, para salvaguardar los derechos y las leyes. Los bienes de primera necesidad escasearán y miles de personas rebuscarán, como ya se está viendo, entre las basuras algo que llevarse a la boca. La desnutrición, las enfermedades y la contaminación están causando más muertes, que muchas de las guerras conocidas en la historia. Las políticas económicas se han vuelto una especie de moderno esclavista que tiene a toda la sociedad esclavizada bajo una pobreza dirigida para mantener el miedo. Una economía que está dejando en la calle a millones de personas que pierden lo poco que tenían y que para sobrevivir venden hasta su dignidad.

Las leyes que rigen la economía están produciendo un desabastecimiento mundial con el cual controlan y dirigen a los ciudadanos de un determinado país. La injusticia ha alcanzado a todos los niveles y a todas las personas que son forzadas a vivir esclavizadas para poder subsistir. La invasión a nivel financiero con la frutal intervención de los estados y gobiernos no permite progresar solo somete a los ciudadanos a una forma de vida sumisa a los programas económicos de una economía cada vez más interdependiente a nivel global. El tiempo de los verdaderos emprendedores se ha terminado en la historia de la humanidad, aunque pueda parecer exagerado.

Toda la economía está dirigida por los grandes poderes internacionales en todos los países sin importar si ideología o cultura. No es la cantidad de dinero que tenemos lo que hace la diferencia sino la capacidad para saber emplearlo correctamente por el bien de todos lo que hace que las sociedades y todas las personas sean más libres o esclavizadas.

¿De qué sirve el dinero en la mano del necio para comprar sabiduría, si no tiene entendimiento? Prov.17.16

Consecuencia: Imposición de filosofías políticas progresistas retrógradas

La filosofía del multiculturalismo, de la mano del llamado progresismo, ha desembarcado en las playas de las empobrecidas conciencias dominando e imponiendo una forma de vida foránea, a las costumbres culturales mayoritarias. Las mayorías se convierten en minorías y las minorías toman el control social de las poblaciones autóctonas. La población, de marcada ignorancia bíblica, se diluye, deformaba y pierde la identidad cultural y religiosas propias de su larga historia. Ya no sabemos, en términos generales, de dónde venimos, ni que hacemos aquí, ni dónde está el futuro al cual tenemos que llegar. El futuro se ha desdibujado de tal manera, que carece de sentido pensar en cambiar, mejorar y progresar. El futuro ha muerto en el presente y el pasado reaparece como el único refugio del desesperado.

Consecuencia: Indiferencia ante la invasión islámica

En medio de este panorama caótico, lo peor aún está por llegar. Las huestes islamistas toman posiciones, lenta pero inexorablemente, metro a metro, casa a casa, edificio a edificio, barrio a barrio, pueblo a pueblo y ciudad tras ciudad. La preparación para dar el golpe mortal a esta sociedad adormecida, por parte de las células yihadistas, confundidas entre los inmigrantes musulmanes, está dejando de ser una amenaza, para ser una de las máximas preocupaciones sociales.

Una evidente desesperación está anidando en el corazón de la mayoría de los ciudadanos, que empiezan a percibir la violenta muerte cada vez más cerca, por medio del terrorismo islamista. La amenaza yihadista es una mortal evidencia, que está desencadenando todo tipo de temores y de respuestas violentas, por parte de grupos extremistas contrarios a la islamización de la sociedad occidental. La extrema derecha tendrá un protagonismo como nunca lo ha tenido, desde que acabó la Segunda Guerra Mundial.

Consecuencia: Alejamiento e indiferencia religiosa y educativa

Todos creíamos que tanto mal haría que muchos retornaran a Dios, como único y verdadero refugio frente al desastre que se está produciendo. Lejos de mirar al Cielo cada uno busca como escaparse sin pensar en sus conciudadanos. El individualismo salvaje ha barrido al llamado capitalismo salvaje y las hordas del mal se adueñan de los centros de educación, colegios y demás instituciones. La reeducación de la sociedad está en marcha y colegios y universidades se han convertido, en una especie gulag soviético de control social. La destrucción de la sociedad Occidental ya está a pleno ritmo y a marchas forzadas.

Consecuencia: Restricción de la libertad religiosa y de expresión pública de creencias

En un cierto momento, cuando la libertad de expresión sea encarcelada y todas las asociaciones de carácter libre y democrático clausuradas, los gobernantes promulgaron leyes contra la lectura y tenencia de la Biblia ¿Podría suceder algo parecido? No es que podría suceder es que ya está sucediendo a lo largo de la historia. Ante nuestros ojos, cegados por el destello de las posesiones materiales, aunque en un bajo perfil de actuación por el momento, la libertad religiosa, particularmente la judeocristiana, está siendo desgajada de nuestra sociedad.

Consecuencia: Abundancia de Biblias y niveles bajísimos de lectura bíblica

Hoy tenemos la Biblia a nuestro alcance con suma facilidad. En todas las librerías podemos encontrar ejemplares de la Biblia, en diferentes versiones. Las bibliotecas incluso tienen secciones de teología y religión dónde es fácil encontrar también ejemplares de la Escritura. Las imprentas siguen produciendo miles de Biblias, en todos los idiomas del mundo y muchísimos dialectos del orbe internacional.

Las Biblias digitales inundan internet con las versiones traducidas, que se han ido publicando a lo largo de la historia. No creo que nadie pueda decir que no puede leer la Biblia o que simplemente no está a su alcance. El problema no es que no tengamos acceso a la Biblia, el problema es que no se lee, no se estudia y no se enseña. La gran paradoja es que teniendo disponibles una millonaria cantidad de Biblias a nuestro alcance apenas si se lee ¿Qué consecuencias puede traer este desequilibrio cultural y espiritual a toda nuestra sociedad? Ya lo estamos describiendo someramente y en parte aquí mismo.

Consecuencia: Persecución religiosa de cristianos y judíos

Las consecuencias que trae la ignorancia de la Escritura las hemos enumerado someramente al principio de estas líneas. La tragedia nos está rondando y nos sobrevendrá más pronto que tarde. Por nuestra parte tenemos que avisar del peligro que se cierne, a riesgo de ser tachados de incultos, radicales e incluso locos. No sería la primera vez a lo largo de los tiempos, ni la última, que algo así se produjera. La insistencia y el énfasis en la lectura de la Biblia no debe tomarse a la ligera particularmente por nosotros, aquellos que nos definimos como creyentes.

Acciones: Levantar la voz de alarma empezando en nuestra Comunidad

La Escritura claramente nos enseña a dar la voz de alarma, como centinelas y guardianes de la sociedad, ante la catástrofe que se va a producir, de no cambiar la tendencia actual de ignorar las enseñanzas de la Escritura e ignorar la Biblia propiamente dicha. Por mucho que pretendamos saber la ignorancia se mide, por lo que no sabemos. Todo parece indicar que en este país en ignorancia bíblica no hay, lamentablemente, quién nos gane. Podríamos decir que cuando abundan las Biblias más sobreabunda la ignorancia de esta ¿Seremos capaces de invertir esta dañina tendencia? Empecemos por cada uno de nosotros mismos, por nuestras familias y por nuestra Comunidad y el resto se añadirá a nuestra disposición de corazón, de guardar las múltiples enseñanzas bíblicas contenidas en la Escritura ¿Cómo restaurar el propósito de nuestra vida?

El Plan de Esdras nos prepara para empezar toda restauración integral en nuestra vida 

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