Trasfondo del concepto Sefardita (Serie)



En el estudio anterior hablamos de comunidad y hoy entraremos en el concepto sefardita. El estudio sistemático de algo, o de alguien, requiere analizar el contexto histórico en el cual tiene origen aquello que vamos a dilucidar. Todo análisis de carácter espiritual requiere considerar el contexto histórico en primer lugar ¿Dónde se origina el contexto histórico de lo que hemos llamado Comunidad Sefardita?

A modo de introducción hemos de señalar que la principal fuente de información es la Escritura, en toda su amplia extensión. No significa que no consideremos otras fuentes, sino que la Escritura será la base de toda interpretación a la que recurriremos. Las fuentes de carácter histórico serán consideradas, como no puede ser de otra manera, pero no serán consideraras por encima de la “información” que aporta la Escritura. La llamada Ley Oral, la cual trataremos en profundidad más adelante, tampoco la consideraremos al mismo nivel ni por encima de la Escritura.

Todas las fuentes externas a la Biblia incluidas las interpretaciones de carácter rabínico serán consideradas como aportes históricos, pero nunca superiores a la propia Escritura. La Biblia es la exclusiva Palabra de Dios que carece de errores, añadidos u omisiones. Lo que no está en la Biblia pertenece a la esfera de lo humano, lo cual no significa que carezca de valor. El examinar algo y retener lo bueno forma parte de nuestra idiosincrasia, como Comunidad Sefardita.
 

El concepto sefardita, procedente de Sefarad, tiene su origen en la Escritura. El libro del profeta Abdías hace una referencia de carácter histórico, y a la vez profético, que consideraremos para su estudio de forma conjunta. El Contexto Histórico, el Cumplimiento Profético y el Aspecto Escatológico son conceptos que analizaremos a lo largo de toda la Escritura. Las Festividades, por ejemplo, reflejan esta estructura de estudio de forma muy clara y directa.

“Los cautivos de este ejército de los hijos de Israel poseerán lo de los cananeos hasta Sarepta, y los cautivos de Jerusalén que están en Sefarad poseerán las ciudades del Neguev” Abdías 20

El profeta Abdías hace referencia a los sefarditas o sefardís, judíos exiliados fuera de Israel, asentados en Sefarad, que un día se establecerán definitivamente en Neguev. El término “Sefarad, en hebreo, ספרד, es un topónimo bíblico que la tradición judía ha identificado con la Península Ibérica —de ahí que en lengua hebrea sea la palabra que se utiliza para referirse a España y Portugal” (https://es.wikipedia.org) Por tanto, es evidente que sefardita o sefardí hace referencia a los descendientes de los judíos originarios de la Península Ibérica que incluye España y Portugal.

Por tanto, asumimos que nuestra Comunidad Sefardita tiene su origen y contexto histórico, en las tradiciones culturales, emocionales y religiosas de los judíos provenientes de Sefarad. Una cultura que empieza ya su incipiente desarrollo en el tiempo del reinado de Salomón. La Escritura nos relata que Salomón mantenía lazos comerciales con Tarsis. Una zona geográfica identificada por algunos estudiosos con la Península Ibérica también conocida como Tarsis o Sefarad conceptos que están evidentemente relacionados.

 “Y todos los vasos de beber del rey Salomón eran de oro, así como toda la vajilla de la casa «Bosque del Líbano». No había nada de plata, porque en tiempos de Salomón no era apreciada, ya que el rey tenía en el mar una flota de naves de Tarsis, junto con la flota de Hiram, y una vez cada tres años la flota de Tarsis venía y traía oro, plata, marfil, monos y pavos reales” 1º Reyes 10.21–22

Todo parece indicar que en los tiempos de Salomón ya se comerciaba con diferentes pueblos, en los cuales se asentaron colonias de judíos, lejos de las fronteras del Reino de Judá. En estos estudios solo estamos analizando algunos datos que iremos ampliando y desarrollando, a lo largo de la serie que hemos titulado Comunidad Sefardita Labranza de Dios

Concluimos pues que una comunidad sefardita es la que tiene sus raíces culturales, emocionales y religiosas en los sefarditas o judíos españoles y que cambiar el mundo es nuestro objetivo, en colaboración con el Cielo.

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