Raíces Bíblicas Sefarditas



En el estudio anterior dijimos que una Comunidad Sefardita es la que tiene su origen y contextualización histórica en las tradiciones culturales, emocionales y religiosas de los judíos provenientes de Sefarad. Las colonias judías o asentamientos, a lo largo de la historia, se establecieron en números lugares fuera de Israel siendo su base social comerciantes, artesanos, médicos y administradores en general principalmente, entre otros oficios. Unas colonias que fueron creciendo y asentándose a lo largo del tiempo formando comunidades estables y relativamente permanentes en el tiempo.

En la Biblia, además de Sefarad, se menciona Tarsis identificada como una parte de la Península Ibérica. Tarsis se menciona como lugar geográfico en los libros de 1ª Reyes; 2ª Crónicas; Salmos; en Isaías con numerosas referencias; Jeremías; Ezequiel y Jonás. El lugar a donde del profeta Jonás se dirigía en su huida era Tarsis. Los siguientes párrafos provenientes de la enciclopedia digital Wikipedia, nos situarán en el contexto de los que estamos diciendo.

“Algunos asocian el país de Tarsis, mencionado en los libros de Isaías, Jeremías, Ezequiel, Abdias, Primero de los Reyes y Jonás, con la antigua civilización de Tartessos o, al menos, con algún lugar de la Península Ibérica. Si esta identificación fuese correcta, el contacto de los judíos con la Península Ibérica se remontaría a la época de Salomón” (Wikipedia)

La arqueología también confirma la presencia judía, en forma de colonias, en lo que ya hemos definido como Península Ibérica, en el tiempo de Salomón o incluso antes. Para un estudio más profundo es aconsejable buscar fuentes documentales por medio de una sencilla búsqueda en la red. En diferentes sitios web se hace referencia a los términos que estamos empleando a lo largo esta serie y estudio. En este caso hacemos referencia a Cástulo, en Linares provincia de Jaén, donde se está realizando hasta el día de hoy excavaciones de carácter arqueológico. Un yacimiento arqueológico que aporta interesantes datos en relación, al tema estamos tratando. 

“Recientes excavaciones arqueológicas en Cástulo, dirigidas por el Dr. Marcelo Castro, director del Conjunto Arqueológico de Cástulo, han hallado evidencias arqueológicas que apuntan a una presencia judía en la zona que podría datarse entre los siglos IV y III a. C. Un hecho reseñable, según Yuval Baruch y Daniel Shukron, arqueólogos del Templo de Jerusalén, pues otros hallazgos previos relacionados con el pueblo judío en la Península Ibérica databan de fechas muy posteriores. La confirmación del descubrimiento en Cástulo supondría un adelanto substancial del paso de las civilizaciones judías por la península, y de su asentamiento en Andalucía”​ (Wikipedia)



Los datos que destacamos establecen la relación entre Sefarad y Tarsis, como una parte de la mencionada Península Ibérica, que comprendían lo que hoy conocemos como España y Portugal. Otra fuente interesante la encontramos en el Libro de los Macabeos“En el libro I de los Macabeos, escrito en el siglo II a. de C. En él su autor menciona la apropiación por parte de Roma de las ricas minas de oro y plata que había en Hispania, así como el dominio de este territorio” (Stravaganza)

En definitiva, lo que estamos tratando de establecer es que la Comunidad Sefardita estaba asentada en forma de colonia en Sefarad desde los tiempos de Salomón como mínimo. Las referencias bíblicas, históricas y arqueológicas así lo confirman, pero ¿Por qué es relevante este hecho? Por las implicaciones que tiene a nivel histórico, emocional y religioso en el desarrollo de la ya mencionada Comunidad Sefardita en Sefarad y su influencia a lo largo de la historia. 

Unas implicaciones que siguen afectando positivamente a todos aquellos que de corazón sincero buscan el sentido de la vida, por medio del servicio a Dios. No somos fruto de una causalidad sino de una planificación de lo Alto, para cambiar el mundo o Tikun Olam ¿Podríamos ser relevantes para nuestra generación sin movernos de nuestra pequeña zona de confort? Una comunidad que no está dispuesta a realizar el servicio para el cual fue llamada está condenada a su desaparición tarde o temprano. Un principio que se aplica a nivel personal, familiar y comunitario. Cuando no servimos tarde o temprano desaparecemos.

En realidad, somos lo que decimos ser cuando sabemos de dónde venimos, la razón por la que aquí estamos y a dónde vamos. Nos queda mucho camino por recorrer y lo mejor es que estemos bien preparados por nuestro bien y por el de nuestros hijos.

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