La influencia del patrón cultural ¿A dónde vamos?



Los sentimientos más resistentes al cambio son producidos por el llamado patrón cultural que todos llevamos impreso en nuestro ADN emocional ¿Por qué somos tan reacios a cambiar? Las diferentes sociedades de procedencia nos han influido a tal grado que por lo general pensamos y sentimos en términos culturales y no en términos espirituales.

La mayor parte de aquello que pensamos y creemos son consecuencia directa del patrón cultural que hemos recibido desde nuestro nacimiento ¿Es posible cambiar el patrón cultural? ¿Afecta a nuestro presente y futuro el patrón cultural? Estas preguntas, entre otras, necesitan ser contestadas para que podamos saber a dónde vamos. La procedencia en el pasado, la referencia del presente y la proyección del futuro precisan que entendamos la influencia que recibimos de un patrón cultural que sin la menor duda afecta nuestra vida espiritual de forma determinante.

La definición de patrón cultural es imprescindible entenderla antes de poder comprender nuestro pasado, presente y futuro al cual estamos llamados. Una definición amplia nos dice que “los patrones culturales son un conjunto de normas que rigen el comportamiento de un grupo organizado de personas, en función de sus tradiciones, costumbres, hábitos, creencias, ubicación geográfica y experiencias, para establecer unos modelos de conductas” (Lifeder) En pocas palabras, el patrón cultural es un modelo que sirve para reproducir o sacar otra cosa con la misma forma.

Los patrones culturales crean normas sociales y creencias que se trasmiten de generación en generación. Unas creencias que pueden afectar positiva o negativamente nuestro presente y al mencionado futuro. El comportamiento que tenemos está dirigido por las costumbres que nos han inducido a aprender y practicar. No somos tan libres como nos creemos, sino que somos el resultado de una herencia cultural recibida.  

Los patrones culturales son comportamientos sociales asumidos y transmitidos a nivel familiar y personal. Un alto porcentaje de lo que somos, pensamos, actuamos y creemos lo hemos recibo de nuestro patrón cultural. Para poder cambiar el patrón cultural recibido es preciso aceptar que necesitamos cambiar el patrón heredado por un patrón cultural sano, positivo y productivo.

La resistencia que algunos ofrecen a cambiar, especialmente en el plano espiritual, es consecuencia directa de un patrón cultural ajeno a las normas, preceptos, mandamientos, estatutos, códigos de conducta, preceptos, edictos, órdenes, leyes, instrucciones y enseñanzas contenidas en la Escritura. El alejamiento de las instrucciones de vida contenidas en el Biblia ha producido patrones culturales contaminados ¿Qué hemos recibido de nuestras respectivas familias? Un patrón contaminado con la mezcla de costumbres o normas que entran en conflicto directo, con la Voluntad de Dios.

El patrón cultural que hemos recibido en el pasado precisa ser cambiado e identificado en el presente. Un proceso de cambio que requiere una firme decisión de fe, la voluntad verdadera de cambiar y un sincero arrepentimiento, para pedir perdón a Dios. El Cielo no va a cambiar nuestro contaminado patrón cultural. Nosotros somos los únicos responsables de cambiar o no cambiar el repetidamente nombrado patrón cultural.

La pregunta ¿A dónde vamos? Solo tiene una respuesta: A donde nuestro patrón cultural nos permita llegar. El futuro lo determina el patrón cultural del presente. No podremos alcanzar un bendecido futuro sin un patrón cultural bendecido. El único patrón cultural bendecido, el único, es el Patrón Cultural del Reino de Dios. Todos los patrones culturales de este mundo están contaminados con ideas ajenas a la ya nombrada Voluntad de Dios.

El Proceso de Conversión es un proceso de descontaminación por el cual entendemos, aceptamos y nos integramos en el patrón espiritual que el Cielo quiere establecer en nuestra vida personal, familiar y comunitaria. La resistencia espiritual a todo cambio y obediencia tiene mucho de un contaminado patrón cultural heredado del cual no queremos desprendernos. No eches la culpa a nadie de tus insatisfacciones y fracasos tan solo analiza el patrón cultural que has heredado. Cambiar o continuar igual es de tu exclusiva y absoluta responsabilidad.


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