Obsolescencia programada en los seres humanos

El concepto obsolescencia programada se emplea para definir la práctica industrial de hacer que un producto tenga una vida útil limitada y deje de servir ¿Se aplica esta práctica también a los seres humanos? Analicemos la situación.


Las grandes cantidades de basura industrial se acumulan en todos los países del mundo por causa de la mencionada obsolescencia programada. El problema de residuos tecnológicos, otra forma de llamar a la basura que generamos, está desbordando todas las previsiones causando un grave daño ecológico, social y económico. Los productos que usamos cotidianamente, como los teléfonos móviles, se desarrollan para que dejen de servir en pocos años.

La obligación de comprar nuevos terminales hace que gastemos innecesariamente nuestros recursos. Una forma de vida que además nos obliga a seguir contaminando nuestro medio. Todo lo que se fabrica tiene la etiqueta, no visible, de obsolescencia programada. Unos productos que se quedan obsoletos por la decisión de sus fabricantes y las políticas de consumo que aplican todos los gobiernos del mundo.

Los seres humanos deberíamos estar conscientes del grave problema que genera a la naturaleza y a la sociedad este abuso de fabricar productos para que dejen de servir y que sean desechados lo antes posible. Un problema similar nos sucede en el campo de las relaciones personales. En algunos casos, sin estar conscientes, programamos a los demás con nuestras palabras y actitudes para que se sientan obsoletos y dejen de servir, en el sentido más amplio de la palabra.

La sensación de falta de valor en algunas personas las lleva a tener una vida sin objetivos claros y la consiguiente falta de voluntad por vivir con nobles propósitos. La falta de autoestima, que pueden producir nuestras palabras, no es más que una forma de programar a otros para que dejen de servir y producir buenas cosas. La obsolescencia programada en los demás genera inactividad espiritual, en otras palabras, degenera en una falta evidente de servir a Dios.

No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, él os lo dé (Jn.15.16)

El Cielo nos ha “programado” para que cada uno produzcamos lo mejor de nosotros. No hemos sido programados, entiéndase elegidos, para quedar obsoletos sino para dar buenos frutos que perduren en el tiempo sirviendo a Dios. El Cielo nos ha creado con un programa bendito que genera bendición, buen ánimo y sana alegría. Unas ganas de vivir sirviendo a Dios y al prójimo que debe iluminar a otros a servir con tiempo, esfuerzo y con los medios necesarios de los cuales disponemos.

La obsolescencia programada forma parte del infierno emocional de la apatía, la falta de motivación y el desinterés por todo y por todos. En este día estamos siendo llamados a realizar la función más importante de la vida que es servir a Dios y ser luz en este mundo. La obsolescencia programada se combate cuando sabemos que hemos sido creados por Dios para vivir eternamente. Solo nos podemos quedar obsoletos, en el sentido más amplio de la expresión, cuando dejamos de servir a Dios y al prójimo.

La renovación espiritual es la mejor garantía de que serviremos, por mucho tiempo, a los propósitos del Cielo.


Comentarios

  1. Muy interesante me quedo con esta parte entre otras.

    "Unas ganas de vivir sirviendo a Dios y al prójimo que debe iluminar a otros a servir con tiempo, esfuerzo y con los medios necesarios de los cuales disponemos."

    Gracias por tus palabras de ánimo.👏

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  2. Gracias por llevarnos a la motivación para servir al Cielo de la manera correcta.

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