Prioridad y orden ¿Cuál es la diferencia?

Las prioridades en la vida son esenciales tenerlas muy claras ¿Qué es lo prioritario que debo hacer? La prioridad es aquella acción que realizada, en el momento oportuno, tiene consecuencias definidas y esperadas. La consecuencia de realizar una prioridad es alcanzar un cierto objetivo. La prioridad, aquello que se debe hacer antes que ninguna otra cosa, es el camino más seguro para alcanzar el resultado esperado. No hay buenos resultados sin buenas prioridades en todos los ámbitos de nuestra existencia. 

El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero. Considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento en todo 2ªTim.2.6-7
Todo labrador sabe que para tener una buena cosecha debe prioritariamente trabajar en la preparación de la tierra y en la elección de una buena semilla. Una vez seleccionada la semilla se debe sembrar dentro de su ciclo natural en el calendario de la siembra. Lo prioritario, entiéndase lo primero, es sembrar antes de poder cosechar. En otras palabras, sin trabajar en una labranza no podemos esperar participar de la bendición de la cosecha. A la siembra le precede la cosecha, no al revés. 

Una mayoría de personas quieren participar de los beneficios de una cierta cosecha sin el esfuerzo de trabajar en todo lo que implica ser labrador o agricultor. La prioridad de todos nosotros debe ser, por imperativo bíblico, trabajar en el proceso de producción de una cosecha. La prioridad es trabajar para que se produzcan buenos frutos y ser partícipes de una abundante cosecha. 

Una forma muy efectiva de entender el concepto “prioridad” es saber que antes de comer tenemos que preparar, léase cocinar, todos los elementos que componen el plato que deseamos degustar. Otro ejemplo sencillo es que lo prioritario para alcanzar buenos resultados académicos es estudiar. Los malos estudiantes son aquellos que el último día antes de un examen hacen el esfuerzo de estudiar creyendo que así aprobarán ¿Aquello qué no se aprende durante todo el curso se va a estudiar en un solo día? Qué ilusos estudiantes aquellos que pretenden alcanzar buenos resultados sin emplear tiempo, esfuerzo y dedicación. 

El trabajo prioritario de un estudiante es estudiar para aprender y practicar lo aprendido. No es sólo aprobar sino aprender. Todo lo demás viene por añadidura. Lo primero es lo primero así de sencillo y de importante.
Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía Sant.5.7
La prioridad de los estudiantes de la Escritura es aprender a trabajar la tierra en la cual nos ha puesto el Cielo. La prioridad en la vida, lo verdaderamente prioritario, es servir a Dios en su labranza. El mundo en toda su plenitud es la extensa labranza de Dios. Todos lo seres humanos son susceptibles de ser buena tierra donde la buena semilla de la Escritura produzca buenos frutos. Unos frutos abundantes que permanezcan sin corromperse. Todos sabemos que la mies, sinónimo de labranza, es mucha y los labradores pocos. Lo prioritario es preparar obreros, labradores del Reino de Dios, para sembrar con la Buena Semilla de la Escritura en los corazones apocados de muchos para que revivan y reverdezcan. 
Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, pero los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies Mat.9.37–38
La prioridad es que el Cielo envíe labradores para trabajar la mies. Unos trabajadores que son fruto de la perseverancia en la oración de fe ¿Estamos conscientes de la importancia prioritaria que tiene orar con fe? Una prioridad olvidada, la oración de fe, que debemos recordar y practicar. No estamos hablando de vanas repeticiones sino de buena comunicación con Dios. La oración de aquellos que se llaman creyentes es trabajar en la Labranza sirviendo a Dios y al prójimo y eso precisa de una sincera y comprometida oración de fe. 
La oración eficaz del justo puede mucho Sant.5.16
El diccionario define prioridad como procedencia de algo respecto de otra cosa que depende de lo anterior. El que tengamos obreros para labrar la tierra depende también de la prioridad que le demos a la oración de fe. La cosecha depende de la siembra, y como ya dijimos, no al revés. Toda meta alcanzada depende del anterior trabajo que se haga antes de llegar a un cierto objetivo. La prioridad es orar con fe, servir, trabajar, sembrar y lo que viene después a modo de consecuencia directa es recoger la cosecha. Una cosecha que dará gloria al Creador y nos hará partícipes de la Labranza de Dios.
Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el Labrador Jn.15.1
El orden numérico es un método sencillo de ordenar las cosas. En un almacén hay muchos productos que se pueden numerar y ordenar sin calificarlos como prioritarios. Una silla, una mesa o una lámpara pueden ser numeradas por su cantidad o por el lugar que ocupan dentro de un cierto espacio. El orden de prioridad nos dice lo que va primero y lo que va después sin entrar en conceptos de cantidad.

El orden numérico nos dice la cantidad que tenemos de algo, el lugar donde se encuentra y la sección del almacén al que corresponde. Una gran cadena de mobiliario para el hogar coloca sus productos en la sección 10, pasillo 8 y estante 34 por citar un ejemplo. El orden numérico aplicado nos está diciendo dónde está el objeto que buscamos, pero no le da un orden prioritario que tiene en comparación a otros productos. El sistema no nos dice que una lámpara sea más importante que una silla sino el lugar donde encontrar cada producto y la cantidad que hay del mismo. El orden nos habla de la colocación de las cosas en el lugar que les corresponde sin pretender decirnos si es prioritario respecto a otra cosa.

Buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que no os angustiéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propia preocupación. Basta a cada día su propio mal Mat.6.33-34

La prioridad de la vida es buscar el Reino de Dios y sus Leyes para llevarlas a la práctica. Las Demandas del Reino son acciones viables que determinan nuestra existencia aquí y ahora. Unas prácticas en forma de Mandamientos, Demandas, Leyes, Enseñanzas, Directrices, Órdenes, Disciplinas de Vida que preparan nuestro carácter espiritual, para un más que esperanzador futuro. La siembra siempre antecede a la cosecha por lo cual aquellos que no quieren trabajar no pueden pretender comer de una cosecha que no cultivaron.

La prioridad y el orden se complementan mutuamente. Las prioridades generan orden y el orden genera prioridades ¿Qué vamos a hacer con la prioridad de buscar el Reino de Dios y su Justicia? La pregunta la tenemos que responder cada uno de nosotros.

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