La Piedra Angular de la Vida (primer capítulo)

Hoy empezamos la serie Los constructores visionarios de futuro con la presentación del primer capítulo definido como La Piedra Angular de la Vida. En estos tiempos de incertidumbre a causa de la pandemia, entre otras cuestiones que asolan a todos los países, la mayor necesidad que tenemos es de verdaderos constructores visionarios de futuro. Unos constructores que utilicen bien las herramientas para proyectar en la mente, diseñar en el corazón y construir de forma tangible el futuro. Unas herramientas que permiten construir seres humanos que por el bien de todos mantienen los intereses comunes y comunitarios.

Todo constructor, que se precie de tal, tiene una serie de herramientas a su disposición que debe saber usar bien para poder edificar correctamente. Los constructores visionarios del futuro, aquello que todos deberíamos aspirar ser, tenemos la única herramienta válida para establecer la base firme desde donde se empieza a construir al ser humano. La piedra angular de la vida es la única herramienta perfecta que permite edificarnos y ayudar en la edificación de nuestro prójimo.

Los constructores del llamado “Nuevo Orden Mundial” siguen tropezando en la Piedra Angular de la Vida. Los grandes jerarcas internacionales pretenden hacer un mundo a su medida en donde ellos sean los modernos dioses acaparando todo poder y control sobre los demás. Unos jerarcas egocéntricos que solo se interesan en aquello que a ellos les interesa. Unos constructores desleales con el resto de la humanidad que solo piensa en sus intereses personales ¿Se puede construir algo en la vida con la base de los intereses personales egocéntricos? Nada bueno se puede construir en base a nuestros exclusivos intereses personales. El tener y mantener en la conciencia que los intereses personales no pueden ser la base desde donde construir nuestra vida es un primer paso en la correcta dirección.

"Cuantas más cosas aprendes de más cosas te desprendes y la primera es la obsoleta ignorancia e incultura" 

La piedra angular de la vida es una herramienta que tiene las medidas, lados y la perfecta profundidad para edificar ¿Cómo podemos identificar esa herramienta? La mencionada herramienta está ubicada en nuestro interior espiritual, emocional y humano. Una herramienta que lamentablemente muchos que se llaman así mismos constructores desechan y menosprecian.

El Cielo nos ha creado como seres capacitados para construir dotándonos de las herramientas precisas para edificar nuestra propia vida y la de los demás. La herramienta de la generosidad, entre otras herramientas necesarias, siempre va incluida de serie en todos los seres humanos.

El lado básico en donde se asienta la herramienta está impreso en nuestro interior. Un lado básico que forma parte de nuestra estructura espiritual diseñada y creada por Dios para nuestra perfecta edificación. El lado básico se llama Shemá, en fonética hebrea, y consiste en algo tan evidente como es oír lo que Dios nos enseña.

“Oye, Israel: El Señor, nuestro Dios, El Señor uno es. Amarás al Señor, tu Dios, de todo tu corazón, de toda tu alma y con todas tus fuerzas. Estas palabras que yo te mando hoy estarán sobre tu corazón. Se las repetirás a tus hijos, y les hablarás de ellas estando en tu casa y andando por el camino, al acostarte y cuando te levantes. Las atarás como una señal en tu mano y estarán como frontales entre tus ojos; las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas” Deut.6.4–9

El Israel diseñado por Dios es el modelo a seguir como estructura general para todas las naciones. El Shemá es la base sobre la cual se afirma, confirma y estructura nuestra vida. Sin una base firme sobre la cual edificar todo lo que pudiéramos construir más pronto que tarde acabará destruido. Una base firme que primero debe estar establecida en nuestra vida. Los que pretenden enseñar algo que primero no han aprendido ellos mismos fracasarán en todo intento de construcción en relación con el prójimo.

"La herramienta de la generosidad, entre otras herramientas necesarias, siempre va incluida de serie en todos los seres humanos"

La enseñanza del Shemá es la base que todo constructor visionario del futuro debe establecer en su vida, en la familia, en su comunidad y en el resto del medio con el cual convive. Una base perfecta desde la cual construir. Una base que además de ser un más que evidente interés personal debe ser enseñada a nuestras hijos, nietos y resto de nuestra generación. En los próximos capítulos de esta serie iremos mostrando los lados de esta maravillosa herramienta.

Los intereses comunes y comunitarios que nos sustentan están basados en la enseñanza del Cielo para toda la humanidad que se desarrolla en el llamado Shemá. Cuantas más cosas aprendes de más cosas te desprendes y la primera es la obsoleta ignorancia e incultura. El estudio minucioso de este lado básico que hemos denominado Shemá nos permitirá construir con las herramientas que el Cielo nos ha dotado para ser verdaderos constructores visionarios de futuro.

Comentarios