Las conspirativas enseñanzas de los maestros del mal (3)

Los maestros en términos generales aprenden con la pretensión de enseñar a otros lo mismo que también a ellos les enseñaron, aunque no estén conscientes de que lo aprendido sea algo conspirativo, dañino o malo para sus alumnos.

Las conspirativas enseñanzas de los maestros del mal contra Israel si están conscientes de aquello que quieren transmitir a sus alumnos. El odio a Israel, al judaísmo y a los judíos es la materia lectiva que imparten cada día. La verdad está siendo descontextualizada y mal interpretada por estos maestros del mal con la clara pretensión de generar odio contra el Pueblo de Dios Israel.

La realidad es que en muchos casos se enseña para que otros repitan lo mismo y así en un círculo infernal de odio los maestros del mal hacen discípulos. Un proceso repetitivo dañino que nunca llevará a nadie al país de las buenas acciones prácticas, sino todo lo contrario que hará que muchos caigan en un desconcierto y ruina espiritual inimaginables. La doctrina conspirativa del reemplazo de Israel forma parte del currículum lectivo de muchas escuelas, institutos y universidades que imparten a sus alumnos.

Todo lo bueno que aprendemos, si pretendemos ser maestros del bien, debe estar enfocado a ser practicado antes de pretender enseñar a otros. Lo que no practicamos en base a nuestro supuesto conocimiento será imposible que otros sean motivados a la acción positiva para cambiar este mundo. Las incorrectas interpretaciones son igualmente un problema que se trasmite de uno a otro y que hace imposible hacer nada bueno. Las malas interpretaciones generan malas y dañinas prácticas.

"La doctrina conspirativa del reemplazo de Israel forma parte del currículum lectivo de muchas escuelas, institutos y universidades que imparten a sus alumnos"

Los malos maestros del mal, no por su preparación sino por su maldad, transmiten odio contra Israel en forma de supuesto conocimiento con claros visos de religiosidad. En anteriores artículos ya dijimos como se estigmatiza a Israel y se le denigra en muchos foros internacionales. Los más activos, ya lo hemos dicho, están dentro de los mismos colegios, institutos y universidades desde donde infectan de odio contra los judíos a sus alumnos.

“pero los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados” 2Tim.3.13

La prioridad que tenemos es encontrar personas dispuestas a esforzarse en el estudio de la Escritura para poder aplicar correctamente sus enseñanzas prácticas y mantener el buen nombre del Pueblo de Israel del cual formamos parte. La lógica y la experiencia nos dice que antes de enseñar hay que aprender. Qué antes de interpretar la Escritura hay que aprender a interpretarla correctamente, valga la redundancia, para no confundirse y para no confundir a otros. Una responsabilidad de la cual se nos pedirá cuentas.

La necesidad que tenemos es de mujeres y hombres dispuestos a enseñar con las palabras y con los hechos ejemplares prácticos que son los que en realidad cambian las cosas. El nombrado bien común y comunitario se alcanza cuando estamos conscientes de la responsabilidad que todos tenemos de transformar nuestro mundo. Así de sencillo y así de práctico es el proceso de aprendizaje por el cual todos los seres humanos pasamos. Un proceso por el cual maduramos, emocional y espiritualmente, para alcanzar los objetivos que el Cielo ha preparado de antemano para todos nosotros.

¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. Sgt.3.13

La enseñanza espiritual es eminentemente práctica proporcionando la correcta motivación para cambiar y ayudar a otros a ser también los mencionados agentes de cambio. Todo conocimiento sin valor que arrastramos por la vida, a modo de pesada carga, puede estar contaminando las relaciones personales, familiares y comunitarias. Todo lo que hagamos por el bien de Israel nos lo estamos haciendo a nosotros mismos. La bendición del Pueblo de Dios es igualmente nuestra bendición. Una forma de vivir, actuar y enseñar que tenemos que compartir en nuestro medio de influencia.

"Todo lo que hagamos por el bien de Israel nos lo estamos haciendo a nosotros mismos. La bendición del Pueblo de Dios es igualmente nuestra bendición"

Todo lo que sabemos no tiene ningún valor efectivo sino hacemos el bien bajo las directrices del Cielo. Unas directrices prácticas que siempre pasan por ser hacedores de la Escritura y no tan solo insensatos oidores entiéndase aquí como meros acumuladores de conocimiento. Los engaños patrocinados por aquellos que han difundido incorrectas interpretaciones han confundido a muchos que a su vez siguen confundiendo y engañando a otros tantos.

La única forma de hacer cosas buenas, por el nombrado bien común, es volver a aprender como si fuéramos niños practicando más lo que sabemos y siendo menos teóricos del supuesto conocimiento espiritual acumulado. La verdad descontextualizada y mal interpretada es una espada de doble filo que sesga la vida espiritual de muchos. Una consecuencia dañina que está arrastrando a muchos por el camino ancho de la perdición ¿Cómo nos preparamos para interpretar correctamente la Escritura? En el próximo capítulo lo trataremos en sus diferentes vertientes.

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