Pesaj un nuevo tiempo de cambios
En este tiempo del año, cuando celebramos y recordamos Pesaj nos sentimos como empezando un nuevo camino, aunque estemos pasando por un árido desierto o incluso estemos pasando por algún tipo de esclavitud. Pesaj no solo huele a sudor y lágrimas sino también a libertad.
Todos los seres humanos queremos cambios en la vida. La monotonía y la repetición no encajan bien con ese espíritu de aventura que en principio todos deberíamos llevar en nuestro corazón. Pesaj nos llama a cambiar. Pesaj nos llama a la libertad personal sin olvidar que somos parte de un Pueblo al cual nos debemos, respetamos, reconocemos y amamos. El desierto representa un reto que estamos dispuestos a pasar con los ojos puestos en alcanzar esa Tierra Prometida a la cual, de una forma o de otra, todos anhelamos llegar. La vida es una sucesión de cambios sin los cuales pereceríamos de aburrimiento, de falta de creatividad y de ansiedad por carecer de motivación.
Pesaj representa un tiempo de cambios, retos y conquistas
particularmente en la historia de Israel. En medio de una especie de desierto
de la crítica internacional el moderno Israel avanza superando retos,
conquistando el saber de la tecnología y visualizando un prometedor futuro de
paz. Un Israel que busca la paz, aun estando en medio de multitud de países
enemigos que claman por guerra.
En el contexto de los acontecimientos que dieron origen a
Pesaj podríamos decir que marcaron un antes y un después en la historia de
Israel y consecuentemente en la del resto de la humanidad. El cambio más transcendente
radicó en el dramático paso de la esclavitud a la libertad. Todo cambio que no
tienda a darnos libertad y liberarnos es un mero espejismo propio de los
desiertos por los que muchas veces pasamos.
Todos los seres humanos deberíamos buscar un cambio enfocado
a conseguir libertad en el sentido más amplio de la palabra. Libertad de
opinión. Libertad de expresión. Libertad religiosa y una más que evidente
libertad para crear un mundo mejor. La creatividad solo se desarrolla bien en
un ambiente de sana libertad. Los buenos cambios deben producir mayor libertad
en el sentido más positivo y extenso del concepto.
"Todo cambio que no tienda a darnos libertad y liberarnos es un mero espejismo propio de los desiertos por los que muchas veces pasamos"
Pesaj es eminentemente libertad en movimiento. Una libertad
que nos conduce a la tierra prometida de la esperanza, de la visión de futuro y
de las promesas que esperamos ver cumplidas. El efecto de Pesaj se fraguó en el
corazón de aquellos esclavos que miraban al Cielo y clamaban en su interior,
soñando y creyendo que algún día serían libres. La desdibujada libertad fue
soñada, generación tras generación, con cada latigazo y con cada lágrima
vertida.
El camino de la libertad, aun estando en la esclavitud,
estaba hecho con cada pisada en el mísero barro del dolor, el miedo y la
desesperanza. Pesaj nos llama a cambiar de dirección y salir de toda esclavitud
para emprender el viaje a la libertad. Las situaciones dramáticas de la vida
son muchas veces la base emocional, en la que se asienta, construye y levanta
la libertad.
Los grandes cambios en la política o la religión, por citar
dos ejemplos, se han basado en alcanzar mayores cotas de libertad. Con todo,
muchos emplean la libertad para alcanzar objetivos que van en contra de la
misma libertad. Algunas formas de populismo utilizan la supuesta falta de
libertad para exaltar los ánimos sociales. No pretenden llevar a la sociedad a
ser más libre, todo lo contrario, sino a dominarla con palabras engañosas. La
desesperación por la libertad hace que muchos crean en fantasías sociales que
no conducen a la libertad.
"Las situaciones dramáticas de la vida son muchas veces la base emocional, en la que se asienta, construye y levanta la libertad"
La falta de libertad es más evidente cuando se está bajo un
régimen opresivo y dictatorial. En el caso que nos compete, en el régimen de
esclavitud del Faraón de Egipto, lo que marcó el principio del fin de su
salvaje dictadura de opresión fue el ferviente deseo de libertad. No se trata
tanto de rebelarse sino de liberarse. La libertad es la mayor de las rebeliones
contra el mal, pero precisa un cierto detonante.
El Pueblo de Israel estaba pasando por uno de los periodos
de su historia más trágicos de la antigüedad. En momentos de grandes tragedias
la fe es el elemento detonante de la libertad. Una fe que se acompañó de un
clamor, que llegó literalmente a los Cielos.
Hoy en día el clamor de muchos pueblos se expresa por medio
de manifestaciones, pancartas, campañas políticas, pero que están huérfanas del
elemento detonante que hemos llamado fe. En la historia de Pesaj la fe,
entendida como la seguridad de la intervención del Cielo, fue la chispa que
prendió la búsqueda de la libertad.
El insigne Ben Gurión ya atisbaba la importancia de la fe
cuando dijo: “Quien no cree en milagros no es realista” En Israel para ser
realista hay que creer y soñar en el milagro de la libertad. Hay que creer en
una intervención milagrosa del Cielo, en los asuntos de la tierra. El moderno
Israel ya es un milagro, en sí mismo, que precisa de esfuerzo y fe para seguir
siendo un referente para todas las naciones.
La fe es el detonante de todo lo bueno que incluye la
libertad. Todos sabemos que el moderno Israel sigue luchando contra las férreas
dictaduras e inhumanas del terrorismo yihadista implantado en muchos países
especialmente, en su entorno geográfico. El momento histórico actual de Israel
asentado en parte de la Tierra Prometida es diferente al de antaño. Israel aún
tiene retos que superar hasta que se completen las fronteras definidas por el
Cielo que van desde el Rio de Egipto hasta el Éufrates. El camino de la
libertad sigue siendo muy duro.
"En la historia de Pesaj la fe, entendida como la seguridad de la intervención del Cielo, fue la chispa que prendió la búsqueda de la libertad"
El actual Israel es un oasis de libertad en todo Oriente. La única democracia parlamentaria que incluye diferentes partidos políticos incluidos los árabes, en el Parlamento de Israel o Knesset. La herramienta de la fe ha generado una libertad de tal nivel que está produciendo y engrandeciendo la moderna sociedad israelí de forma milagrosa. Todo avance, sea en el sector que sea, debe de ir acompañado de una libertad creativa que genere bienestar en el plano social y avances tecnológicos para el bien de toda la humanidad.
La historia de Pesaj nos ha enseñado que cuando un pueblo clama por libertad y trabaja con la herramienta de la fe el resultado siempre será una sociedad libre y prospera, como lo es el actual y moderno Israel. Ciertamente, aún quedan muchos retos por alcanzar pero cuando miramos a Pesaj, celebrando el triunfo de la libertad sobre la opresión tenemos una fe renovada en el ser humano, en la fuerza del Pueblo Elegido y evidentemente en el Cielo.
Con Pesaj se inaugura un nuevo tiempo de cambios, de nuevos proyectos y de grandes sueños. La libertad es un sueño al que no debemos renunciar, por mucha opresión que nos rodee. El camino a la libertad empieza en Pesaj. No hay libertad sin sueños y no hay buenos sueños que no tiendan a la libertad. Pesaj nos dice que no hay cárcel que pueda encerrar un sueño de libertad. La libertad es un valor que no podemos perder. La libertad es un sueño para defender todos los días ¿Qué cambios tenemos que hacer? La respuesta está en cada uno de nosotros. Por nuestra parte desearles que tengan un buen Viaje a la Libertad el cual empieza en Pesaj.
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