El ángel de luz de la Navidad
En este espacio de libertad vamos a evaluar la Navidad a la luz de la Escritura haciéndonos para empezar la pregunta ¿Quién es el ángel de la Navidad?
En la llamada Navidad lo más sorprendente es ver la pasarela de personajes que llevados a un plano histórico basado en la Biblia nada tienen que ver con la celebración del nacimiento de aquel que llamaron Jesús. En el contexto bíblico el nombre es más o menos Yeshua en fonética hebrea. Los honestos cristianos deberían estar conscientes de lo que están celebrando y con quiénes lo están celebrando ¿Quiénes son estos fraudulentos ángeles de luz que inundan la llamada Navidad? En el siguiente párrafo hablaremos de algunos de ellos, aunque su número crece día tras día y celebración tras celebración.
El más famoso de esta especie de ángel de luz es Papá Noel, Santa
Claus conocido también como San Nicolás, además del Viejo Pascuero, Father
Christmas, Sinterklaas, Baba Nöel y otros muchos que son figuras predominantes
en Navidad, aunque adquieren matices diferentes según en que país se presenten.
Uno de estos personajes destaca y no por su amabilidad sino
por su horrenda apariencia más propia de Halloween el llamado Krampus que hace
las veces de acompañante de San Nicolás, aunque da igual en la época del año
que se presente todos vienen del mismo y oscuro lugar. En la mitología
nórdica, el Krampus es hijo de Hel, diosa del inframundo, y su figura ya estaba
presente en rituales paganos germánicos de hace más de 1.500 años, practicados
para espantar a los "fantasmas de invierno", según la revista
Smithsonian. El Krampus aparece en Austria, Alemania, República Checa,
Eslovenia, Suiza, Croacia, Hungría y algunas partes de Holanda, cada fin de año.
Bueno sigamos adelante con esta lista de los más famosos personajes
relacionados con la Navidad.
El Tomte o el gnomo de la Navidad como se le conoce “en
los países escandinavos de Suecia, Finlandia y Noruega tiene un aspecto muy
diferente a Papá Noel. No es un anciano grande y con una tremenda barriga, sino
todo lo contrario: es pequeño, muy pequeño y eso sí, muy bondadoso”. Los
gnomos son espíritus que “les gusta vivir en casas grandes y amplias,
prefiriendo los sótanos por encontrarse allí más tranquilos”. Otro ser
mitológico añadido a la costumbre oscura de la llamada Navidad.
El llamado Jólakötturinn, nombre impronunciable en español, que
también el llaman el Gato Navideño (Yule Cat) es la mascota de los trolls
islandeses que tienen la costumbre de comerse a los que no se ponen ropa nueva
en la Navidad. Todo parece indicar, lo digo en tono jocoso, que este personaje
además de salir de los infiernos sale de la estrategia comercial de los grandes
almacenes de la moda. Las supersticiones como vemos son muchas y variadas, pero
todas tendentes a lo mismo, a crear oscuridad.
Otro personaje sorprendente, sin quitar nada a los anteriores,
es el llamado Tió de Nadal o Tronco de Navidad que es más conocido en algunas
partes de España, en particular en Cataluña y Aragón. Un personaje ciertamente
curioso y escatológico ya que le ponen dentro de la casa para alimentarlo mucho
y así dejará más regalos cuando defeca. Los niños también le dan golpes con
palos para que le salgan más regalos por un cierto lugar cuyo nombre no quiero
acordarme.
En el País Vasco el personaje llamado Olentzero que “generalmente
se le representa como un hombre viejo o adulto mayor, barrigón y bonachón” es
el que trae los regalos a los niños. La Sociedad de Estudios Vascos (SEV), dice
que la leyenda cuenta que hace cientos de años, una tribu de
"gigantes" vascos estaba celebrando el solsticio de invierno cuando
una nube empezó a tapar la luz del Sol, como anuncio del nacimiento de Jesús. La
leyenda cuenta que “la nube mató a todos, menos al Olentzero, que se
convirtió en una especie de mensajero de la llegada de Cristo". Bueno
como veis esto se pone cada vez más míticamente interesante.
El famoso y mundialmente conocido Santa Claus o Papá Noel tiene
su origen en Irlanda tierra de elfos, hadas y toda clase de personajes que hoy
en día forman parte de Navidad. La historia nos cuenta que “durante las migraciones
de irlandeses a América, los fundadores de Nueva Ámsterdam, más tarde Nueva
York, tenían entre sus costumbres y mitos a SINTERKLAAS que era su patrono
conocido como San Nicolás, también llamado Mikulas en República Checa o Kleeschen
en Luxemburgo”. Con el tiempo y sin entrar en más se le conoció como Papá
Noel siendo el personaje que más compite con los Reyes Magos españoles.
Las palabras más usadas en el contexto de la mencionada
Navidad son magia, mágico, encanto, fascinación, elfo, mago o bruja que en el
caso italiano la llaman la Bruja Befana entre otros oscuros personajes. “La
tradición mantiene que esta anciana visita a los niños la noche antes de la
epifanía para rellenar los calcetines colgados esa noche. Si han sido buenos
dejará caramelos y chocolatinas, y si han sido malos, los rellenará de carbón”
Otro personaje oscuro de una oscura tradición que tiene encantados, en el
sentido místico, a los niños que son sus particulares víctimas por mucho que lo
adornen con regalos. El objetivo prioritario del Mal son los niños ya lo hemos
dicho muchas veces y tendremos que decirlo muchas más.
Los Reyes Magos tienen su origen más cercano a la
representación cristiana del nacimiento de Jesús, pero con unas connotaciones totalmente
antagónicas con la Escritura. En primer lugar, los Reyes Magos ni eran reyes ni
eran magos. La adulteración de los términos en todo contexto y texto que analicemos
trae confusión. Los mal llamados Reyes Magos eran ni más ni menos que Sabios de
Oriente tal cual lo describe Mateo en su histórico relato “cuando Jesús nació,
en Belén de Judea, en días del rey Herodes, llegaron del oriente a Jerusalén
unos sabios” Mat.2.1.
El contexto la referencia a “sabio” era aquel conocedor del
Tanaj también conocida como Biblia Hebrea. La referencia a Oriente era el lugar
del cual procedían dado que muchos estudiosos de la Escritura estaban
establecidos en Babilonia y en consecuencia en el imperio Medo-Persa donde también
muchos eruditos se formaron y en algunos casos se deformaron. Por tanto, nada
que ver los mal llamados Reyes Magos con los verdaderamente históricos Sabios de
Oriente. Otra vez el sincretismo y las falsedades se abrazan para deformar más
si es que se puede la llamada Navidad.
"Los Reyes Magos ni eran reyes ni eran magos"
En el contexto del judaísmo que practicaban los padres de
Yeshua la celebración del nacimiento de un hijo era al octavo día en donde se
le daba el nombre y era circuncidado (Brit-milah). En la historia de Yeshua no
existe referencia alguna a la fecha de su nacimiento o fecha de su
circuncisión. Si supiéramos una de las fechas sabríamos la otra, pero el mal
llamado Nuevo Testamento no dice absolutamente nada de fecha alguna ¿Cómo se
puede celebrar el día del nacimiento de Jesús sin saber el día en que nació? En
todo caso, aunque supiéramos la fecha de su nacimiento lo importante no sería tanto
el día que nació sino el hecho mismo que nació sin darle pábulo místico alguno
a la fecha.
“Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal pierde
su sabor, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada
fuera y pisoteada por los hombres” Mat.5.13
En Navidad, como ya hemos visto, hay un largo número de
personajes mitológicos nórdicos, místicos y paganos que conforman una Navidad
alejada de la realidad espiritual que en todo caso debería reflejar. Si los
cristianos dicen ser la luz y la sal del mundo en Navidad se han quedado a
oscuras y sin sabor alguno de espiritualidad. La Navidad tal cual la conocemos
hoy es una celebración oscura e insípida alejada de todo origen histórico
relacionado con Jesús. Los personajes que se relacionan con la Navidad son
totalmente ajenos a la cultura judío-cristiana de la cual procede básicamente Occidente
en su conjunto.
“Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada
sobre un monte no se puede esconder” Mat.5-14
La impresión que tenemos es que cada vez es y será más
irreconocible algo llamado Navidad donde el personaje central y exclusivo debería
ser Jesús. En el ámbito cristiano se ha separado tanto del judaísmo que la
Navidad no tienen vinculación alguna con el contexto religioso, cultural e
histórico de Jesús. Por otro lado, y en el ámbito del Judaísmo moderno también se
ha desvinculado a Yeshua de su judaísmo y cultura hebrea de igual manera que en
el nombrado Cristianismo ¿Acaso Yeshua no era judío? ¿Acaso Yeshua enseñaba
algo que no fuera judaísmo? Yeshua era judío, vivía como judío, practicaba el
Judaísmo y enseñaba el reiteradamente nombrado Judaísmo de todos los tiempos
descrito en el Tanaj.
Porque un niño nos ha nacido, hijo nos ha sido dado, y el
principado sobre su hombro. Se llamará su nombre “Admirable consejero”, “Dios
fuerte”, “Padre eterno”, “Príncipe de paz” Is.9.6
La llamada Navidad en todo caso debería parecerse más a la
cultura religiosa del Judaísmo y no a la mitología nórdico-germana, al
paganismo, a la cultura religiosa greco-romana, al consumismo ateísta, a la
mística o a las artes mágicas con sus magos y brujas. Todo esto bajo un cristianismo
sincretista que ha absorbido de todas las fuentes seudo religiosas a su alcance
y que ha hecho irreconocible la figura de Jesús tanto para los creyentes cristianos
como para los judíos. El cristianismo
como religión nominal en un alarde de sincretismo con otras celebraciones
paganas ha señalado el día de nacimiento de Jesús como algo realmente mágico,
una consideración totalmente antagónica, como ya hemos señalado con la
enseñanza de la Escritura.
“Y esto no es sorprendente, porque el mismo Satanás se
disfraza de ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus servidores se
disfrazan de siervos de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras” 2Cor.11.14-15
El ángel de luz de la Navidad no es ni más ni menos que el mismo que engañó a Adán y Eva en el Jardín del Edén disfrazado de multitud de personajes bondadosos, cariñosos y luminosos con el objetivo de llevar a la humanidad a la más completa oscuridad. Los modelos culturales engañosos nacidos en las entrañas del Mal han saturado todas las formas religiosas y en especial a la Navidad en un engendro irreconocible alejado de toda verdad por muy sutil que pueda ser. Los duendes del mal, entiéndase diablos lo creas o no lo creas, han llenado la Navidad y otras celebraciones lúdicas místico religiosas de luminosos personajes para desviar la atención de Aquel que es la Luz del mundo la cual estamos llamados a reflejar en nuestra diaria forma de vivir y de convivir con el prójimo. Hazlo saber.
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