Los rumores lejanos de guerra que se oyen cada vez más cerca

La invasión de Ucrania por parte de Rusia ya no es un rumor lejano sino un sonido estrepitoso de una posible conflagración mundial que cada día está más cerca.


Las imágenes atroces que están empezando a llegarnos, publicadas por los medios de comunicación, nos sitúan emocionalmente más cerca de un conflicto bélico que parecía imposible en la Europa de este siglo. La escalada violenta que sigue en aumento en Ucrania, mientras redactamos estas líneas, nos recuerdan las palabras impresas en la Biblia que nos avisan de un cierto momento de la historia en los cuales los rumores de guerra y las guerras en sí mismas serán una constante cotidiana.

“Oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca, pero aún no es el fin” Mat.24.6

La expresión “oiréis de guerras” hace referencia a las guerras que están en marcha y los “rumores de guerra” señala las guerras que se esperan que se produzcan a corto y medio plazo. En el mundo según el listado publicado por Wikipedia en el 2021 hay 66 guerras activas que son de las que estamos oyendo. Los rumores de guerras están constantemente siendo escuchadas por todo el mundo y transmitidos especialmente por los modernos medios de comunicación.

La conciencia cauterizada que parece formar parte de nuestras vidas hará que muchos se acostumbren a oír de guerras o rumores de guerras y de forma insensible no sentirán compasión ante tan terribles acontecimientos de carácter bélico que suceden a su alrededor ¿Las guerras abiertas en todo el mundo no nos hacen reflexionar sobre la fragilidad de la vida? Sin darnos cuenta nos sentimos seguros en lo que algunos llaman la zona de confort y mientras las bombas no las oigamos cerca no percibimos lo que está sucediendo. Los tiempos en los que vivimos son realmente peligrosos para los seres humanos y para la naturaleza en general que está siendo teñida de sangre y de contaminación de todo tipo.

“También debes saber que en los últimos días vendrán tiempos peligrosos” 2Tim.3.1

La llamada guerra entre Rusia y Ucrania, según la fuente de referencia, sitúa el inicio del conflicto armado en el año 2014. Las bajas en vidas humanas se contabilizan por más de 13.000 a las cuales hay que añadir las que se están produciendo en estos mismos instantes y que tendrán que añadirse a tan cruenta estadística mortal.

La invasión rusa a Ucrania podría suponer el inicio de la temida Tercera Guerra Mundial, con mayúsculas, por lo cual debemos estar preparados anímica, emocional y espiritualmente para lo que pueda suceder. Las previsiones, entiéndase palabras proféticas, de la Escritura es que las guerras y los rumores de guerra marcan el principio de un tiempo de inestabilidad mundial cuyo efecto será devastador para toda la humanidad, pero que no implica que sea el fin del mundo como algunos dicen. 

Un tiempo de inestabilidad mundial que la Escritura los define como “tiempos peligrosos” y que son consecuencia directa de los mismos hombres que serán de todo menos buenos, aunque sabemos que buenos en el sentido estricto de la palabra no hay nadie.

“Habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanidosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, sin templanza, crueles, enemigos de lo bueno, traidores, impetuosos, engreídos, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella. A esos, evítalos” 2Tim.3.2-5

Los tiempos peligrosos se caracterizan por la maldad de los seres humanos que se comportarán cruel e inhumanamente entre ellos mismos. Lo que hoy estamos viendo en directo por nuestros televisores es la antepenúltima guerra declarada con la invasión rusa de Ucrania que está dejando imágenes desgarradoras de destrucción, muerte, colapso de los países y millones de desplazados en todo el mundo que huyen de los combates como está sucediendo en la ya nombrada Ucrania. 

Lo que estamos oyendo y viendo debe ser entendido como una señal de alerta de los tiempos finales lo cual no significa que entremos en la histeria apocalíptica en la que algunos se sienten tan cómodos y justificados.  

“Por tanto, vienen días, dice el Señor, en que haré oír el grito de guerra en Rabá de los hijos de Amón. Será convertida en un montón de ruinas, sus ciudades serán incendiadas e Israel tomará por heredad a quienes los tomaron a ellos. Esto dice el Señor” Jer.49.2

Por nuestra parte como creyentes debemos aferrarnos a la confianza en el Señor y a ser intercesores fieles rogando que se haga la voluntad de Dios así en el Cielo cómo en la tierra. Todo lo que estamos presenciando forma parte de aquello que tiene que pasar antes de que el Mesías venga y reine desde Jerusalén, la Capital Indivisible de Israel. 

El plan de Dios está perfectamente trazado por lo cual debemos confiar en el Señor y servir de ayuda al prójimo en estos y otros tiempos peligrosos por los cuales tendremos que pasar y que ayudar a pasar a otros. Los rumores lejanos de guerra que se oyen cada vez más cerca son parte de la historia que debe acontecer. Por muy cerca que oigamos o que estén los rumores de guerra tenemos que saber que Dios siempre estará más cerca de nosotros. Hazlo saber.

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