¿Cómo empezar a quitar el peso emocional que nos asedia?

Todos llevamos un peso emocional que quisiéramos quitarnos de encima, pero todo parece indicar que cada día que pasa nos hundimos en el desánimo y la depresión ¿Cómo nos quitamos el peso emocional?

Las decisiones que tomamos en la vida sean del orden que sean nos afectarán siempre, aunque no estemos conscientes o no nos demos cuenta. La mente, la de cada uno de nosotros, es el universo personal dónde todo cabe, nada se puede esconder para siempre y dónde nada se olvida. Todo queda registrado en el subconsciente que es como ya dijimos una especie de infinito universo personal de cada uno de nosotros. Todo, absolutamente todo, queda guardado, registrado y ordenado en las estanterías de los recuerdos sean grandes o pequeños. Si, dentro de nuestra mente están todas las vivencias negativas y positivas que hemos experimentado o que nos gustaría experimentar haciendo de nosotros una extensión material de lo que hemos acumulado en nuestra vida.

El universo emocional y espiritual es infinito, aunque nosotros estemos temporalmente viviendo una existencia que hemos forjado a base de nuestras decisiones, acciones y reacciones. Lo que sucede en nuestro interior por mucho que queramos ocultarlo se refleja en las acciones y decisiones que tomamos a diario. Nos vamos formando o deformando no por los años vividos sino por las acciones, reacciones y decisiones que hemos tomado o dejado de tomar. La mente, ese nombrado universo emocional y espiritual, contine un número de “estrellas” incalculables que son cada uno de nuestros sentimientos, actitudes, deseos, recuerdos, decisiones o indecisiones que nos definen.

El cuerpo material es el contenedor de ese universo emocional y espiritual en el que hemos ido acumulando buenas acciones, malas decisiones, promesas incumplidas, sueños irrealizados o inacciones que vamos postergando en el tiempo y que en la mayoría de los casos nunca se llegarán a realizar. Todo esto nos pesa, aunque sea inmaterial, emocional e intangible.

“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante” Heb.12.1

La nube de testigos que observan lo que somos o pretendemos ser es casi tan grande como el número de las estrellas, entiéndase aquí como una hipérbole, que siempre testificarán en nuestro favor o en nuestra contra. La vida en realidad es un juicio de larga duración, corta en algunos casos, en el que al final se dicta una sentencia. El Juez del universo será en última instancia quién dicte sentencia y su decisión será inapelable, pero mientras hay vida hay esperanza de cambiar aquí, ahora y para la eternidad ¿Estamos conscientes de que tenemos muchos testigos que nos están observando, evaluando y corrigiendo? Por lo general nos creemos inmunes a lo que piensen los demás y altaneramente decimos que somos los dueños de nuestro propio destino. No somos los dueños de nuestro destino lo que somos es dueños de nuestras decisiones de las cuales somos los únicos responsables.

El peso emocional que llevamos se empieza a quitar, solo se empieza a quitar recordemos, cuando tomamos en consideración y estamos conscientes de que a nuestro alrededor hay muchas personas que nos están observando ¿Qué significa esto? Las personas que tenemos alrededor son los testigos más fieles que nos conocen más que nosotros mismos ¿Debería preocuparte la percepción que otros tienen de ti? No debería afectarte negativamente, pero si de una forma positiva para variar tu conducta y la toma de ciertas decisiones. 

Por otro lado, deberías estar consciente de la percepción que otros tienen de ti especialmente cuando son parte de tu familia, de tu círculo de amistad más cercano y de aquellos con los cuales compartes afinidades espirituales en el entorno de tu comunidad. Lo que piensan los demás en ese círculo de relaciones personales más íntimo es importante que lo tengas muy en cuenta ¿Te conoce alguien mejor que tu cónyuge? ¿Estás consciente que tus hijos se dan cuenta de tu estado de ánimo? La realidad es que por mucho que tratemos de esconder nuestros sentimientos son imposibles de ocultar a nuestro círculo de relación más íntimo y cercano. Por estas y otras razones para empezar a quitar el peso emocional que nos deprime deberíamos estar conscientes de la percepción que otros tienen de nosotros y tomar en cuenta sus consejos.   

“Los pensamientos se frustran donde falta el consejo, pero se afirman con los muchos consejeros” Prov.15.22

Muchos pensamientos se frustran por la falta de tener en cuenta la percepción y los consejos del ya nombrado círculo de relación familiar y comunitaria. Los pensamientos, entiéndase aquí como proyectos, sueños o metas, pueden frustrarse muy fácilmente cuando nos obcecamos en ser los dueños de nuestro destino sin considerar el consejo paternal o maternal de aquellos que realmente están interesados en que todo en la vida nos vaya bien. El universo de nuestra mente en el cual todo se puede alcanzar puede colapsar y convertirse en una borrasca tormentosa de oscuridad y depresión.

Todos necesitamos el consejo interesado en nuestro favor de los testigos que nos rodean, aunque muchas veces no los tengamos en cuenta ¿Quieres empezar a quitar el peso emocional que te deprime? Empieza por tomar el buen consejo de cuantos te aman y quieren para ti lo mejor, pero cuidado no seas de esos que preguntan a todo el mundo lo que tienen que hacer cuando ya han tomado una decisión en su interior de aquello que van a hacer. 

Los únicos consejeros a los que debes recurrir son a los que conforman tu circulo familiar y comunitario en el que te aportarán buenos consejos como buenos consejeros que están interesados sinceramente en lo que te pasa. No busques cualquier consejero esto podría ser tu ruina. Los consejeros que te conocen en tu circulo de relación son aquellos de los que te puedes fiar y siempre que sus consejos estén basados en la enseñanza de la Escritura. Ten esto muy presente.

“Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí; más tu siervo meditaba en tus estatutos, pues tus testimonios son mis delicias y mis consejeros” Sal.119.23-24

Hay dos clases de testigos que están evaluando todo lo que hacemos o dejamos de hacer. Los testigos que nos amán, cuidan y quieren lo mejor para nosotros y los testigos que tratan de asediarnos, destruirnos o arruinarnos tanto en el plano material, emocional y espiritual. De igual manera, salvando las diferencias, hay dos tipos de consejeros imprescindibles para empezar a quitar el peso emocional que nos deprime. Por un lado, los consejos de los que ya hemos dicho nos aman, cuidan y quieren lo mejor para nosotros. Por el otro los consejos que están por encima de todo consejo que son los contenidos en la Escritura.

Si vamos a salir del asedio al que nos tienen sometidos aquellos que se ponen de acuerdo en hablar mal de nosotros y actuar de igual manera contra nosotros tenemos que recurrir a los consejos que vienen directamente de Dios, por medio de su Palabra. No hay mayor plano defensivo que confiar en los consejos que salen directamente de la Escritura y que inciden directamente en nuestro estado de ánimo quitando todo desánimo, depresión y angustia. 

Por tanto, lo primero para empezar a quitar el peso emocional que nos deprime es tener buenos consejeros y consejos que salen exclusivamente de la Palabra de Dios. Todo lo demás es pan para hoy y hambre para mañana. En el universo de las emociones nos pesa todo lo que otros dicen de nosotros, pero además nos pesa el asedio al que nos tienen sometidos de día y de noche ¿Cómo nos despojamos de ese asedio? Bueno eso forma parte de la siguiente entrega.

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