Las evidencias de estar entrando en el principio de dolores
El tiempo peligroso en el cual vivimos nos dicen que estamos entrando en un momento crítico para la humanidad, pero ¿Qué evidencias hay de estar entrando en el principio de dolores?
El concepto de los últimos días, tiempos postreros, fin del siglo, tiempos peligrosos y principio de dolores están relacionados haciendo referencia a un cambio gradual de la historia de la humanidad con un final diseñado por el Cielo, para el cual debemos estar advertidos, preparados y apartados.
La vida es peligrosa, en otras palabras, tiene riesgos lo cual
es más que evidente. La mayoría de las personas no queremos reconocer que la
vida tiene muchos riesgos y preferimos ignorarlos con la extendida idea de
enfrentarnos a las dificultades si es que llegan, añaden algunos. Los riesgos,
las dificultades o los problemas siempre llegarán en algún momento de nuestra
vida. Los riesgos son parte de la vida y aceptarlos implica conocerlos sabiendo
que hacer en los momentos difíciles o peligrosos que entraña vivir.
La vida es peligrosa, pero los peligros más dañinos vienen
directamente del propio ser humano que causa dolor o muerte de forma absolutamente
irracional y delictiva. Los tiempos son peligrosos, la vida es peligrosa, pero
el hombre con diferencia es lo más peligroso para la vida y para la humanidad
en su conjunto. Bien podríamos decir que una evidencia de que estamos entrando
en los llamados los últimos días, tiempos postreros, fin del siglo o principio
de dolores es el carácter peligroso, destructivo, brutal y asesino del hombre.
No hay ser viviente con la capacidad de destruir toda la creación y a todos sus
congéneres como la que tiene el hombre. Los animales, todos los animales en su conjunto,
no podrían si lo pretendieran destruir el mundo como lo puede hacer el hombre.
El ser humano subido en su particular Torre de Babel del orgullo,
la arrogancia y la maldad, palabras también sinónimas, está empeñado en
destruir a la creación en su conjunto. La ceguera es tal que el mismo hombre no
entiende que se está aniquilando así mismo. Dado que en todo momento podemos sentirnos
en peligro mortal vivimos atemorizados y muy especialmente cuando vemos la
crueldad del hombre contra el hombre.
En la Escritura podemos encontrar casos de personas que pensando
que iban a morir tomaron decisiones en base a lo que creían les pasaría a ellos
y al resto del pueblo o ciudad en la que vivián. El peligro nos hace reaccionar
buscando la forma de salvarnos como es lógico, pero no podemos pensar que la
salvación es solo una cuestión de carácter físico. La vida tiene el componente
físico, emocional y espiritual siendo esta la forma en que analizamos aquello
que nos pasa o nos puede pasar.
Las decisiones que tomamos están influenciadas por la
preservación de la vida, por los sentimientos que tenemos y por la parte
espiritual que nos hace conscientes de que la vida es más que lo que vemos a
nivel material. La tendencia lógica ante el peligro de muerte es esconderse, aunque
también deberíamos considerar los peligros que afectan a nuestra parte
emocional y espiritual que nos permitirán acceder a salvarnos en otro plano que
no es el físico.
“Cuando los hombres de Israel vieron que estaban en
peligro, porque el pueblo estaba en grave aprieto, se escondieron en cuevas, en
fosos, en peñascos, en rocas y en cisternas” (1ªSam.13.6)
Hoy en día hay muchas personas que construyen lo que
llamamos búnker creyendo que, aunque el mundo se acabe ellos se salvarán ¿Nos
podrá salvar la vida en búnker si llega lo que hemos llamado el fin del mundo o
el final de los tiempos? ¿Qué significa que el mundo se acaba? ¿Significa que
acaba para otros, pero no para nosotros? El miedo es libre, pero la ignorancia
es atrevida e ingenua. Si el mundo se acaba se acaba para todos, valga la
redundancia, tengamos búnker o no lo tengamos. La primera evidencia que vamos a
analizar, para determinar si estamos entrando en el que hemos llamado principio
de dolores es la actitud y carácter cruel de los hombres en los últimos días.
EL CARÁCTER Y LA ACTITUD CRUEL DE LOS HOMBRES EN LOS
ÚLTIMOS DÍAS
Los tiempos peligrosos son identificables por varias razones,
pero hay una razón en particular que podríamos decir que es la más llamativa y
que está relacionada con la actitud cruel de los hombres en ese tiempo en que
hemos denominada últimos días o postreros tiempos.
“También debes saber que en los últimos días vendrán
tiempos peligrosos” (2Tim.3.2-5)
Los últimos días son claramente identificados como “tiempos
peligrosos” que, aunque pueda parecer un concepto muy amplio hay que
relacionarlo con los últimos días y particularmente con el llamado principio de
dolores. Los tiempos peligrosos son peligrosos, valga la redundancia, por el
carácter y actitud de los hombres en general en ese momento de la historia.
El tiempo es peligroso por cómo son los seres humanos en
general y no tanto por los cambios climáticos, los terremotos o las catástrofes
que pueden ser consideradas señales de la naturaleza, pero de lo que estamos hablando
es de la naturaleza humana que es una señal también en sí misma. El peligro no
viene de la naturaleza terrestre o del espacio exterior con la caída de un
meteorito que pudiera destruir la tierra. El peligro viene de la mencionada naturaleza
humana y el odio de los unos contra los otros. El peligro está más cerca de lo
que pensamos y no a años luz de la tierra o en sus profundidades. Los terremotos,
sunamis o los explosivos volcanes no son el mayor de los peligros que corremos.
El mayor peligro para la humanidad en su conjunto es el
mismo hombre como depredador de la vida que con saña y crueldad asesina sin el
menor cargo de conciencia. El hombre es el peligro más grave y preocupante para
toda la creación. La tribulación la produce el hombre contra el hombre que sacará
por un lado lo peor del ser humano, aunque por otro también lo mejor gracias al
Cielo. La contraposición al mal está en vencerlo con el bien. No seas
vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal (Rom.12.21)
El currículum del hombre en los últimos tiempos, entiéndase su carácter peligrosamente dañino, se puede ver con toda claridad por la mencionada crueldad con la que se tratarán los unos contra los otros. Los hombres de los últimos tiempos son en primer lugar amadores de sí mismos que es todo lo contrario al amor al prójimo. Los que se aman así mismos son egocéntricos y egoístas a niveles insospechados. No piensan en los demás si no solo para hacerles daño o incluso asesinarlos.
La crueldad ha llegado a niveles como
tal vez nunca soportado la humanidad en otro tiempo de la historia excepto en
el periodo de la Segunda Guerra Mundial y específicamente con el mayor nivel de
crueldad que se produjo contra los seres humanos en el llamado Holocausto.
El definido como “amador de sí mismo” es acaparador, codicioso, ambicioso, avaro, interesado y egocentrista ¿Definen estas características a los hombres en la actualidad? La respuesta la tenemos que dar cada uno de nosotros. Una actitud que le hace extremadamente cruel e insensible a las necesidades ajenas.
Las imágenes que estamos viendo en la invasión de
Ucrania por parte de Rusia de crueldad extrema contra personas desarmadas. Solo
una muestra de lo que iremos viendo a medida que pasan los días y se descubran
las atrocidades que los soldados rusos, adoctrinados desde la infancia por el
Comunismo que Putin representa, van perpetrando a medida que pasan por las ciudades
ucranianas.
No podemos reproducir las atrocidades que se están
cometiendo contra la población civil en Ucrania, pero ya han sido consideradas
como crímenes contra la humanidad ¿Qué están haciendo las autoridades del mundo
para salvar de este horror a los ucranianos? Buenas palabras, algunas acciones
de carácter económico y reforzar su propia seguridad para que no les pase a
ellos lo mismo. La crueldad es también no hacer nada para salvar a los millones
de personas que están en riesgo de ser asesinadas en sus propias casas, pueblos
y ciudades.
La vanidad y la soberbia son distintivos más que evidentes
junto con los ya mencionados que caracterizan a los hombres de los últimos
tiempos. Una soberbia vanidad que les hace sentir que son dioses con la facultad
de asesinar a quienes decidan. Una vanidad que los lleva a creerse por encima
del bien y del mal en el cual se amparan y justifican. No hay nadie más cruel
que aquel que se cree intocable y que usa su poder para asesinar a los demás ¿Acaso
la justicia del Cielo no caerá sobre ellos? Lo que está pasando es la antesala
del juicio del Cielo que va a caer sobre la humanidad por tanto derramamiento
de sangre.
“Antes del quebranto está la soberbia, y antes de la caída,
la altivez de espíritu” Prov.16.18
La caída del hombre hace referencia a su final en el
presente y en el futuro cuando tengamos que enfrentarnos al Juicio Final. La
crueldad con la que se trata a los seres humanos indefensos e inocentes en
nuestros días es la mencionada antesala del juicio que se producirá en algún
momento. La referencia al Juicio Final no excluye los “juicios finales” para aquellos
que serán juzgados aquí y en el nombrado Juicio Final. En el contexto del final
de todos los tiempos descrito en el Libro de Revelación o Apocalipsis se
nos habla de las consecuencias a los que son condenados los hombres que
vivieron bajo la ley de la oscuridad alejados y alejando a otros de la Verdad
revelada en la Escritura.
Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas,
los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su
parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda (Rev.21.8)
La crueldad del ser humano contra el ser humano será juzgada
en la tierra, en el Cielo y en la eternidad a modo de un nuevo tiempo de restauración
de todas las cosas tal como Dios las diseñó y creó. Los que piensan que sus atrocidades
les saldrán gratis están engañados y pretenderán engañar a otros para que sigan
sus propios pasos a la muerte. En la lista del carácter de los hombres de los
definidos como tiempos peligrosos que recordemos están relacionados con los
últimos días, tiempos postreros, fin del siglo y principio de dolores vamos a
encontrar el Mal con mayúsculas concentrado en el hombre.
“Habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanidosos,
soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto
natural, implacables, calumniadores, sin templanza, crueles, enemigos de lo
bueno, traidores, impetuosos, engreídos, amadores de los deleites más que de
Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella. A
esos, evítalos" (2Tim.3.2-5)
La blasfemia será uno de los distintivos más evidentes en el carácter de los hombres del tiempo del principio de dolores y consecuencia directa del mencionado dolor que adquiere el estatus de tiempo o momento histórico. No ha existido más blasfemia real a lo largo de la historia que en este tiempo en el que vivimos. La palabra blasfemia se nombra pocas veces a lo largo de casi 6.000 años de registro bíblico de la historia del hombre.
En la
próxima entrega seguiremos tratando el carácter blasfemo de los hombres de los últimos
días, tiempos postreros, fin del siglo, tiempos peligrosos y principio de
dolores, pero mientras tanto recuerda evítalos. Hazlo saber.
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