El diseño original del hombre y la mujer por parte del Creador

El ser humano ha sido diseñado para reflejar su pertenencia y origen de Aquel que lo formó con sus propias manos

Los judíos son perseguidos por su origen étnico o geográfico y por el distintivo espiritual de ser adoradores del Único Dios Verdadero. Los honestos adoradores del Creador, independientemente de su origen étnico, son igualmente perseguidos por reflejar en ellos el diseño único y especial por el cual han sido formados como hombre y mujer.

Los que se dispongan a reconocer su dependencia del Creador serán perseguidos independientemente de su origen étnico; de su trasfondo cultural y de su herencia religiosa. El perverso objetivo de la antigua serpiente es separar al hombre de su Creador. En la práctica el que separa y enfrenta a dos buenos amigos divide a toda la humanidad.

El hombre está separado de su Hacedor bajo las formas más patéticas de creerse y hacerse igual a Dios. La independencia de su Hacedor por la cual el hombre, entiéndase mujer y hombre, han optado agresivamente por separarse de Dios les está llevando a un camino sin retorno hacia el abismo de la perdición. El enfrentamiento que tenemos con las huestes espirituales de maldad nos debe mantener siempre conscientes que vivimos bajo continua amenaza. El mal insistirá hasta niveles insospechados para que rompamos toda relación emocional y espiritual con el Creador.

La forma predominante de separación del hombre con su Hacedor, en este periodo de la historia, es la multiplicación de géneros inexistentes. Los géneros son exclusivamente dos, a saber, masculino y femenino. Todo lo demás sería una extraña mutación en el diseño original que Dios ha hecho para crear al hombre y la mujer.

El cuerpo humano en sus dos únicos géneros, masculino y femenino, ha sido diseñado para reflejar su pertenencia y origen a Aquel que lo formó con sus propias manos. Los hombres somos el producto más valioso que el Cielo ha dejado en la tierra forjados con la misma materia que está hecha toda la creación. El agua y el barro se fundieron bajo el aliento de vida del Creador formando al ser humano a su imagen y semejanza la cual es despreciada por los gobernadores de las tinieblas. El Mal con mayúsculas pretende borrar la imagen física, emocional y espiritual con la cual Dios ha distinguido al hombre.

El diseño de Dios para el hombre implica su parte material o física, así como su parte emocional y espiritual. La mencionada serpiente antigua lo que pretende es destruir la imagen del hombre que refleja a su Creador. La tendencia de nuestros días es a tergiversar la imagen del hombre y de la mujer haciendo que ninguno se parezca a su diseño original. Los hombres aparentan ser mujeres y las mujeres tienen la apariencia de hombres. La masculinización de la mujer y la feminización del hombre tienen que ver con destruir el ya mencionado diseño original de Dios para crear al ser humano en sus dos vertientes masculina y femenina. 

El hecho de creer en el diseño original del ser humano nos enfrenta directamente con la corriente antigua de la teoría de los géneros por la cual hay muchos y diferentes géneros. La Biblia señala que el vestirse con ropa de mujer por parte del hombre y de ropa de hombre por parte de la mujer es una abominación que se practica desde hace miles y miles de años. El ser humano es una plantilla creativa confeccionada por Dios para ser usada en la producción de buenos hombres y mujeres que mejoren la especie humana en el sentido más amplio de la palabra.

La plantilla con la que el Creador diseña al hombre y la mujer reproduce fielmente el diseño original con el cual fuimos creados. En esa plantilla para el hombre y la mujer las diferencias son cosméticas en torno al físico, pero idénticas en el fondo de la dignidad con la que fueron diseñados. Los hombres y las mujeres somos iguales en dignidad y a la vez diferentes en la parte física de nuestro aspecto. Una creación que reflejara un solo aspecto masculino o femenino sería en la práctica un completo fracaso. En su grandísima creatividad el Hacedor de la vida diseñó un ser humano con un aspecto masculino por una parte y con una forma femenina por otra.

La ingeniería creativa de Dios no tiene parangón alguno por muchas copias de aspecto transexual que se quieran parecer al diseño original. La mujer que pretende ser hombre, aunque tenga órganos femeninos y el hombre que pretende ser mujer teniendo órganos reproductores masculinos no dejan de ser falsificaciones burdas y absurdas del mencionado diseño original de Dios para los seres humanos.

En la plantilla creativa de Dios no caben diseños ajenos al original como hombre y mujer. El Creador no hizo diversas plantillas solo hizo una y perfecta con la originalidad que conlleva ser hombre y mujer. No hay plantillas intermedias entre ser hombre y ser mujer. Las teorías conspirativas contra el diseño original de Dios pretenden destruir la imagen del hombre y la mujer que reflejan a su Creador.

Todo lo relacionado con la ideología de género y la corriente falsamente llamada inclusiva es solo una especie de mutación tendente para destruir el diseño original de Dios respecto al ser humano. Todos saben o deben de saber que no hay mutaciones positivas en la historia de la humanidad de ningún tipo o forma. Las mutaciones sean en el ámbito que sean son estériles e improductivas. El hombre y la mujer fueron diseñados con capacidad reproductiva y con la directriz de multiplicarse. En la dictadura de la ideología de género la multiplicación es inviable e imposible. La tendencia por tanto es adoptar niños con la clara intención de que se traspase la ideología de género a otra generación. 

El gran milagro del diseño original del hombre y la mujer es que además de conservar inalterados sus propios géneros en un cierto momento llegarán a ser emocional y espiritualmente uno solo, aun siendo dos. La identidad de género no se puede cambiar bajo el diseño original de Dios. Cuando un hombre y una mujer se funden en uno solo el milagro del diseño original se hace efectivo y con resultados de bendición para toda la humanidad. El Creador bendijo al hombre y a la mujer dándoles la misma responsabilidad compartida la cual ha permitido que alcanzase a todas las generaciones.

La bendición es también exclusiva de los únicos géneros, hombre y mujer, diseñados primorosamente por el Creador para que sean la imagen de Dios. La imagen de Dios está configurada por el hombre y la mujer todo lo demás es añadidura improductiva y alejada del diseño original del hombre y la mujer por parte del Creador.

“Los bendijo el Creador y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sometedla; ejerced potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y todas las bestias que se mueven sobre la tierra” Génesis 1.28

Comentarios