Sucot y seguimos construyendo un sueño

La sentencia de Yom Kipur nos ha sido entregada e inmediatamente nos disponemos a construir la suca, para seguir soñando con un futuro mejor.


En la línea de lo que anualmente venimos diciendo creemos que la sentencia nos ha sido favorable, por la misericordia del Señor, y que todo lo que nos viene en este año será bueno y agradable. Que al entrar este nuevo año bajo la suca tengamos fuerzas emocionales, espirituales e incluso de carácter físico para superar todas las pruebas que sin la menor duda tendremos que pasar juntos con otros muchos.

Las circunstancias tan especiales que ya estamos viviendo, en este recién mencionado año nuevo, nos están avisando que las cosas no van a mejorar. Los responsables de cuanto está sucediendo a nivel internacional serán juzgados por el Cielo de lo cual seremos testigos tal vez de aquí, a no mucho tiempo.

Como cada año venimos recordando lo más importante es que estemos conscientes que tenemos el compromiso de ayudarnos mutuamente compartiendo y repartiendo las muchas bendiciones que el Cielo nos ha regalado. En nuestro particular Libro de Frases Comunitarias os recordamos, a modo de introducción, que “Hace tanto tiempo que estamos esperando la bendición que tiene que estar muy cerca” a pesar de lo que estamos viendo y viviendo. Las riquezas que esperamos en el Señor siempre van acompañadas de alegría.

“La bendición del Señor es la que enriquece, y no añade tristeza con ella” Prov.10.22

En este tiempo recogeremos la segunda cosecha del año la cual también está vinculada a Yom Kipur. En la práctica Sucot es la confirmación, positiva o negativa, de la sentencia que todos hemos recibido en el Día de la Sentencia o Día del Perdón. La expectativa como es lógico es esperar una buena cosecha, pero todo dependerá de los efectos de la ya mencionada sentencia.

En Sucot seguimos construyendo un sueño con reminiscencias del pasado, pero siempre viviendo el presente y trabajando para alcanzar las metas del futuro. El sueño que tenemos está relacionado con la anhelada Tierra Prometida que es la inspiración y la luz que el Cielo dejó para modelo del resto de las naciones.

La Tierra Prometida ya se entregó al Pueblo de Israel, pero aún falta mucha área geográfica por restituir al plano original trazado por Dios en el cual Israel viviera en paz con unas fronteras seguras. El objetivo del Mal, con mayúsculas, desde que Dios hizo al hombre y la mujer fue destruir toda la creación. No ha cejado el Maligno de asediar a la humanidad para arrasarla. Si hoy seguimos en pie es por la intervención del Señor y no por nuestras capacidades defensivas léase en todos los planos naturales, físicos y espirituales.

“Hace tanto tiempo que estamos esperando la bendición que tiene que estar muy cerca”

El objetivo del Maligno, que tiene objetivos pero destructivos, es arrasar Israel en su conjunto. El moderno Estado de Israel es también un modelo estratégico para toda la humanidad, como lo ha sido desde que el Creador lo diseñó como nación prototipo, que sirva de referencia al conjunto de las naciones. Los dirigentes mundiales no pueden alegar desconocimiento cada vez que son juzgados en el Juicio Anual y mucho menos en el gran Juicio Final que será el colofón de la Justicia del Cielo para restituir a su estado original la creación en su conjunto incluido como es evidente el ser humano.

18 La ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad, 19 porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó: 20 Lo invisible de él, su eterno poder y su deidad, se hace claramente visible desde la creación del mundo y se puede discernir por medio de las cosas hechas. Por lo tanto, no tienen excusa (Carta a la Comunidad Judía en Roma 1.18-20)

Las injusticias y la impiedad que los hombres cometen los unos contra los otros son el intento fallido del Mal por detener la verdad que debe alcanzar a toda la humanidad y al conjunto de las naciones. Las crueldades que estamos viendo casi en directo que pasan por todo el mundo son el preludio a la intervención de Dios ¿Acaso creen los dirigentes de las naciones qué están a salvo de ser juzgados por el Creador? Nada más lejos de la realidad. 

Los primeros en ser juzgados siempre serán los dirigentes, maestros, guías, eruditos, sabios, presidentes, ministros o reyes que se les pedirán cuentas por la gestión de la autoridad que recibieron y que utilizaron para destruir, robar y matar. La rebelión de los dirigentes del mundo contra el Creador será juzgada más pronto que tarde aquí y ahora.

18 El Señor es tardo para la ira y grande en misericordia, perdona la maldad y la rebelión, aunque de ningún modo tendrá por inocente al culpable, pues castiga el pecado de los padres sobre los hijos hasta la tercera y la cuarta generación” Números 14.18

Los dirigentes de las naciones están construyendo un mundo injusto y cruel que está derramando la sangre de muchos seres humanos. La sangre vertida en la tierra clama al Creador por justicia que sin duda les será otorgada en el tiempo que el Cielo ya ha establecido. Las crueldades de las que somos testigos a diario mostradas por los medios de comunicación tratan de hacernos insensibles a golpe de imágenes verdaderas y ficticias.

La pretensión del Mal es que no distingamos la verdad de la mentira; lo dulce de lo amargo y lo bueno de lo malo. La ceguera a la que estamos sometidos nos tiene entretenidos con miles y miles de efectos visuales en forma de películas, programas de entretenimiento, nunca mejor dicho, trasmisiones deportivas de todo tipo y muchas cosas más nos impide ver la realidad de lo que está pasando en el mundo. La destrucción de la creación es el sueño del Mal, pero la restauración, renovación y sanidad del mundo es el objetivo inamovible del Creador.

La fiesta de Sucot es el prototipo del sueño hecho realidad de la construcción de un mundo mejor que solo es posible bajo la cobertura de la voluntad del Señor escrita y descrita en la Escritura valga la triple redundancia. Cada vez que levantamos una suca, cabaña o tienda de Sucot, estamos construyendo un sueño bajo las directrices del Arquitecto que ha diseñado todo lo que vemos y lo que no vemos.

La suca representa el esfuerzo comunitario de construir un mundo mejor y un ser humano mejor. La sana pretensión de construir una familia mejor y evidentemente una comunidad de fe mejor es el objetivo al que cada uno de nosotros debemos aspirar. Todo lo que nos rodea es mejorable siempre que seamos agradecidos con Aquel que nos rescató de nuestra vana manera de actuar dándonos propósito de vida en el presente y en el futuro.

15 Y la paz del Señor gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo. Y sed agradecidos. Carta a la Comunidad Judía en Colosas (Col.3.15)

La construcción de la suca exige de cada uno de nosotros agradecimiento por lo que el Señor nos ha dado, pero sin perder de vista que cuanto recibimos es para administrar; compartir y repartir. La temporalidad de la suca nos tiene que hacer pensar que la vida en términos generales es temporal e inestable y que solo puede ser reforzada con la fe que viene de lo Alto junto con la gratitud de un corazón sincero. 

El agradecimiento es sinónimo de generosidad sin la cual no podemos cooperar junto con los demás en construir la suca familiar y a la vez comunitaria. El trabajo comunitario es una bendición que deberíamos aprovechar por nuestro bien, el de nuestra familia y el de nuestra comunidad que por extensión bendecirá al resto del mundo. Que en Sucot sigamos construyendo un sueño año tras año.

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