Las 3 religiones más practicadas en el mundo y sus apellidos
Hoy descubriremos las tres religiones más practicadas en el mundo y los tres apellidos que las identifican por muy ocultos que puedan estar.
Las tres religiones más practicadas en el mundo solo se pueden conocer por ciertos apellidos que las definen e identifican ¿Cuál es el apellido de la religión que estás practicando? Hay tres apellidos aparte del nombre qué todas las religiones tienen y qué en la inmensa mayoría de los casos tratan de ocultar.
El concepto religión no es malo en sí mismo ya que solo expresa una creencia sin definir si es buena, mala o regular. Los niveles de fe en una cierta religión no definen a la religión. Los supuestos profetas de hoy en día hablan mal de la religión sin considerar que ellos mismos están adscritos a una religión con apellidos.
La palabra religión es un concepto universal que no define a
una creencia, doctrina o práctica religiosa ya que todas las creencias son
religión incluida la religión del ateísmo militante; la religión del ocultismo
o la religión humanista por citar solo algunas formas religiosas.
La religión precisa de un nombre y un apellido como mínimo para poder ser identificada como religión vana o sana. Las personas tenemos nombre y apellidos. Los nombres que tenemos cada uno de nosotros no nos identifica hasta que se le pone un apellido, pero aun así todos somos personas. El concepto persona no define quienes somos o lo que creemos solo nos identifica como seres humanos sin definir si somos buenos o malos.
El concepto religión por sí solo no define una creencia, sino que
es una expresión que identifica algo que creemos, aceptamos o practicamos sin
definir nada más. La religión sea la que sea sin un nombre y uno o dos apellidos no es identificable, ni se sabe lo que supuestamente pretende enseñar.
El apellido es el que define la línea familiar de la que
procedemos. La religión según enseña la Escritura solo y exclusivamente se puede
definir por el apellido que la propia Biblia le asigna a la palabra religión.
Cuando comprendemos que el concepto religión es un término universal que solo
define una creencia entonces es cuando podemos identificar la religión vana; la
religión sana y la religión pura.
La religión de los griegos, de los romanos, de los cristianos
o de los judíos siempre va acompañada del apellido que la define e identifica.
La religiosidad es una cosa y la religión es otra y aunque evidentemente están
relacionadas en ambos casos se precisa de un apellido que defina una cierta
religiosidad o religión.
La expresión “religión” literalmente como tal aparece en la
Escritura y en todos los casos se la da un cierto apellido para poderla
identificar fehacientemente. No es suficiente que alguien crea en una cierta
religión también tiene que definir su apellido para entender lo que está
diciendo creer.
La palabra religión en el Libro de Hechos
La primera mención en la Biblia del concepto religión lo
encontramos cuando Pablo fue llevado ante el rey Agripa[1]
y su hermana Berenice presente cuando Pablo estaba siendo juzgado por acusaciones
referente a su religión, pero ¿Cuál era la religión de Pablo? La religión de Pablo
era el Judaísmo. No se le estaba acusando a Pablo por su religión, sino por el
apellido que definía su religión. Tanto Agripa como Pablo eran de religión
judía, aquí también en forma de apellido, por lo cual de lo que se le acusaba
no era por religión, si no por el apellido que definida “algo” más en torno a
su religión.
“Y estando presentes los acusadores, ningún cargo
presentaron de los que yo sospechaba, sino que tenían contra él ciertas
cuestiones acerca de su religión y de un cierto Jesús, ya muerto, que Pablo
afirma que está vivo” Hechos 25.18-19
Los que acusaban a Pablo no lo hacían por el nombre que
definía su religión ¿Cuál era el nombre que definía la religión de Pablo? La religión
de Pablo era la Religión Judía aquí religión con nombre propio. A Pablo se le acusaba por
la relación que tenía con un cierto Jesús en palabras de los acusadores. Los
acusadores de Pablo no podían acusarle de su Judaísmo o religión, sino del
nombre que estaba relacionado a la religión que era evidentemente Jesús o
Yeshua en fonética hebrea.
La religión de Agripa; de Pablo y de Jesús era la Religión Judía
aquí también como nombre propio y por tanto en mayúsculas, pero entonces ¿Por
qué se juzgaba a Pablo? No era por su religión ni por el nombre que definía
su religión, sino por la forma de entender la Religión Judía en la cual Pablo
decía creer ¿Qué apellido llevaba la Religión Judía en la cual Pablo decía
creer? El Judaísmo que Jesús practicaba y enseñaba que era visto como una especie de apellido dentro de la Religión Judía.
La Religión Judía de Yeshua la denominamos Judaísmo de Jesús
que son dos conceptos inseparables. El Judaísmo entendido como Religión Judía
no se puede separar de Yeshua así como el nombre de Yeshua no se puede separar
de la Religión Judía o Judaísmo.
La acusación contra Pablo era por su afirmación que Jesús
estaba vivo lo cual evidenciaba que habiendo muerto había resucitado. A Pablo no
se le acusaba por su religión sino por decir que Yeshua, judío de judíos,
estaba vivo. La resurrección de Jesús era el punto en el cual se basaban los acusadores
de Pablo y por ende de Jesús. No se les acusaba por su religión ya que era la
misma que la de ellos, sino por las enseñanzas e interpretación de Yeshua y de Pablo
en el contexto de la Religión Judía.
La religión de Yeshua era la Religión Judía la cual la
podemos denominar con absoluta certeza como El Judaísmo de Jesús entendido como
el Judaísmo que Jesús enseñó. Yeshua enseñó Judaísmo puro sin ninguna otra
adición, mezcla y sin quitar nada de lo que está escrito en el Tanaj que es el conjunto
de los libros que componen la Biblia Hebrea.
El Brit Hadashá o Pacto Renovado se escribió después de la
muerte y resurrección de Jesús por lo tanto de ninguna manera posible Yeshua
utilizó el mencionado conjunto de libros del Brit Hadashá. En este punto hemos
de recordar que Pablo no conoció a Yeshua en persona durante su vida, aunque si
de forma milagrosa cuando Yeshua se le presentó a Pablo camino de Damasco ¿A quiénes
perseguía Pablo cuando se dirigía a Damasco? Pablo perseguía a los judíos de
Religión Judía que creían en Jesús y sus enseñanzas encuadradas en el que hemos
denominado Judaísmo de Jesús.
En ningún caso Pablo pudo perseguir a cristianos ya que no existían
en ese tiempo. Los que muchos llaman cristianos, a causa de la traducción
cristiana del mal llamado Nuevo Testamento, eran judíos de Religión Judía que
creían en la Religión Judía que Jesús enseñaba, en otras palabras en el que
hemos definido como el Judaísmo de Jesús.
El judaísmo de Jesús debe ser considerado un grupo más
dentro de la Religión Judía que como otras religiones está dividida en partes,
grupos, o ramas de pensamiento dentro de una misma religión. En el caso de
Pablo el mismo se definió como fariseo, en otras palabras, de la rama de
pensamiento farisea dentro de la Religión Judía. Por la misma regla de tres el
Judaísmo de Jesús debe ser considerado una rama dentro de la Religión Judía.
La línea de pensamiento fariseo dentro de la Religión Judía
La religión de Agripa, de Pablo y de Jesús, cómo ya hemos
dicho, era la Religión Judía, pero dentro de la Religión Judía Pablo se
identifica como de la rama farisea.
“Mi vida, pues, desde mi juventud, la cual desde el
principio pasé en mi nación, en Jerusalén, la conocen todos los judíos; los
cuales también saben que yo desde el principio, si quieren testificarlo,
conforme a la más rigurosa secta de nuestra religión viví como fariseo” Hechos
26.4-5
La Religión Judía, al igual que en otras religiones, se estructura
en diferentes líneas de pensamiento y en este contexto Pablo se identifica como
parte de la línea de pensamiento farisea. La vida de Pablo se guiaba bajo la más estricta
disciplina de pensamiento del grupo Fariseo una de las cuatro grandes variantes
del Judaísmo antiguo, a saber, Saduceos, Fariseos, Helenistas y Apocalípticos.
En nuestros días se habla del Judaísmo Rabínico[2];
el Judaísmo Reformado; El Judaísmo Ortodoxo; El Judaísmo Conservador o Judaísmo
Reconstruccionista que son, como ya hemos dicho, corrientes dentro de la
Religión Judía[3] ¿Por qué
no identificar el Judaísmo de Jesús como una corriente más del Judaísmo? ¿Qué
podrían alegar las grandes religiones para no reconocer el Judaísmo de Jesús? La
religión vana y religión sana están enfrentadas, como no podía ser de otro
modo, intentando desprestigiar a la línea de pensamiento de los que forman
parte del Judaísmo de Jesús que para unos son cristianos y para otros
judaizantes.
La religión con el apellido de sana es aquella que reconoce que Jesús es judío
y como tal enseñaba exclusivamente Judaísmo puro en el sentido más amplio de la
palabra. La religión con el apellido de vana quiere presentar a Jesús como cristiano que se
bautizó como tal y que fundó la Religión Cristiana, nada más lejos de la
realidad.
Todos aquellos, sean instituciones o personas físicas, que dicen
que Jesús fundó la Religión Cristiana están aún transitando por un camino ancho
que no conduce a ningún sitio bueno. El Mesías no fundó ninguna religión ni
abolió la Ley de Dios expresada en los Mandamientos sino que vino a cumplirla y
enseñarla con todas las consecuencias. Jesús enseñó con toda rotundidad y
claridad en el contexto de la Religión Judía a guardar los Mandamientos.
17No penséis que he venido a abolir la Ley o
los Profetas; no he venido a abolir, sino a cumplir, 18porque de
cierto os digo que antes que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una
tilde pasará de la Ley, hasta que todo se haya cumplido. 19De manera
que cualquiera que quebrante uno de estos Mandamientos muy pequeños y así
enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el Reino de los Cielos; pero
cualquiera que los cumpla y los enseñe, este será llamado grande en el Reino de
los Cielos. 20Por tanto, os digo que si vuestra justicia no fuera
mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos.
Matisyahu 5.17-20
Yeshua era un reconocido Maestro de la Ley que la enseñaba
con palabras y con el ejemplo personal. Nunca bajo ningún concepto vino a
abolir la Ley de Dios dado que la Palabra de Dios, valga la redundancia, es
eterna y todo lo que está escrito se cumplió, se cumple y se cumplirá a su
debido tiempo. En estos cambiantes y peligrosos tiempos de enfrentamiento
político-religioso muchos en la práctica han abolido la Ley de Dios enseñando una
especie de mandamientos humanistas y despreciando los Mandamientos más
sencillos y pequeños que también debemos aprender y enseñar.
La
religión vana; religión sana y la religión pura
En este punto nos proponemos definir y diferenciar los
apellidos que llevan todas las religiones independientemente de su trasfondo,
origen y creencias, en base a lo que enseña la Biblia. Como ya hemos dicho
anteriormente vamos a analizar tres apellidos que diferencian notablemente una
religión de otra y que son religión vana, sana y pura
La religión vana
La religión vana es aquella que exige la conversión por
medio de emociones supuestamente espirituales. El énfasis es creer o tener fe,
aunque no se entienda lo que se cree. A la emoción le llaman paso de fe, pero
con los ojos cerrados sin dejarles ver el terreno religioso que están pisando. Todo
cambio o conversión es un proceso no una emoción por eso muchos se emocionan,
pero no cambian y mucho menos se convierten a una religión sea la que sea. En
las religiones vanas primero se demanda creer por medio de emociones y
sentimientos, pero sin conocimiento de lo que se cree o se va a creer.
La emoción es la que sustituye a la decisión de cambiar que
hace que una persona recuerde la emoción que le produjo algo o alguien, pero
que no puede determinar si cambió ya que no fue una decisión si no una emoción.
El cambio ya hemos dicho es también un proceso, pero experimentar una emoción
no puede ser considerado un cambio de la persona. Las emociones son muy
efímeras, aunque se repitan de tiempo en tiempo.
El verdadero cambio es un proceso que implica tiempo,
constancia, esfuerzo, determinación y una decisión voluntaria de aprender cómo
cambiar. La religión vana enfatiza las emociones, sentimientos, la fe en
abstracto sin conocimiento de causa, el misticismo e incluso las mezclas de
carácter espiritista, aunque no las entiendan así. La ceguera espiritual es un
síntoma claro de la oscuridad en la que viven los que practican una religión
vana, aunque no estén conscientes de ello dado que su conciencia espiritual
está cauterizada.
Las supersticiones en la religión vana están mezcladas con medias
verdades y completas mentiras de carácter espiritual con una apariencia de
religiosidad por medio de palabras huecas, pero no de hechos de verdadera
espiritualidad. Las religiones vanas son hasta cierto punto identificables por
el énfasis que le dan a vocalizar decretos u órdenes para cambiar lo que no les
gusta. La religión vana se llena la boca de palabras vanas sin ningún poder de
cambiar nada y a nadie, aunque son expertos en la manipulación de los sentimientos
y las emociones.
“Si alguno se cree religioso entre vosotros, pero no
refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana”
Santiago 1.26-27
La religión vana por su apellido se cree espiritual, pero no
sabe dominar su lengua por eso critican duramente a la religión sana y a la
religión pura con la cual no pueden compararse y de las cuales se desligaron
imitando alguna de sus formas y costumbres externas. La religión vana es un
vano reflejo de la verdad congregando a multitudes que buscan experiencias emocionales
de aparente religiosidad, pero sin poder controlar la lengua con la cual dicen
bendecir a Dios y a la vez maldicen a los hombres.
La religión vana es engañosa, superflua y carente de base
bíblica. En la religión vana se critica las tradiciones de la religión sana y
la pura sin considerar sus “santas tradiciones” con las cuales siguen engañando
a medio mundo y parte del otro. Con estos datos sería suficiente para saber qué
clase de religión es en la que estoy metido y sometido ¿Cómo reconocemos la
religión sana y la pura? ¿Cuáles son sus diferencias? En los dos siguientes
puntos lo analizaremos, pero adelantamos que todas las religiones que no llevan
el apellido sana o pura son religiones vanas le pese a quién el pese.
La religión sana
La religión sana es evidentemente la Religión Judía como
definición global de la cual salió la Ley de Dios, los grandes profetas,
maestros y cómo no podía ser de otra manera el Mesías.
“Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo
que sabemos, porque la salvación viene de los judíos” Juan 4.22
La salvación como concepto establecido por el Cielo nos viene
por medio del Pueblo de Israel que fue apartado por el Creador para ser luz a
las naciones y donde así mismo se estableció la Casa de Dios como lugar universal
de adoración, enseñanza y luz a todo el mundo. El respeto que se merece el
Pueblo Elegido ¿No debería llevarnos a bendecirlo y no ha criticarlo como la
mayoría de las religiones vanas hacen? Toda religión que critica a Israel, a
los judíos o a la Religión Judía está formando parte de una religión con el
apellido de vana.
La religión sana del Judaísmo o Religión Judía ha sido
elegida para guardar las Escrituras y trasmitirlas a todas las lenguas,
naciones y pueblos. Los herederos de esta responsabilidad son las generaciones
que precedieron a aquella que recibió en el Monte Sinaí la Ley de Dios. El
Pueblo Judío es el encargado por Dios para guardar la Escritura. En Jerusalén en
la actualidad se encuentra el Museo del Libro en el cual se puede ver una copia
del Libro de Isaías de miles de años. Una copia realizada por escribas profesionales
encontrada en el desierto de Judea en la zona conocida como Qumrán y que no
difiere de las copias modernas incluso de las traducciones modernas del hebreo
al inglés por citar un ejemplo.
En la religión sana se pide hacer méritos antes incluso de
creer lo cual en sí mismo es bueno, aunque no puede sustituir la demanda de
Dios para ser perdonados, cambiados, regenerados, restituidos y dedicados para
el servicio de Dios que es el sacrificio de su Hijo. El único sacrificio que
Dios recibe para que seamos aceptados en la presencia de Dios es el sacrificio
del Mesías. No hay otra forma, sacrificio o mérito que pueda sustituir lo que
hizo el Mesías.
Las fuerzas para cambiar nosotros mismos y poder cambiar el
mundo (Tikún Olam) no es un esfuerzo o mérito personal sino más bien la intervención
directa de Dios en la vida de cada uno de nosotros. Los méritos que debemos
alcanzar de forma personal, familiar, comunitaria y nacional es bendecir al
Pueblo de Israel por todo lo que Dios ha hecho con su Pueblo para el bien de
toda la humanidad. La religión sana de la cual hablaremos en unos momentos debe
tener el lema que reza así: Hay tantos que critican a Israel por todo que yo
no lo criticaré por nada. La identificación plena de la religión que
consideramos sana formula a diario el rezo conocido como Shemá.
“Oye, Israel: El Señor, nuestro Dios, el Señor uno es. Amarás
al Señor, tu Dios, de todo tu corazón, de toda tu alma y con todas tus fuerzas”
Deuteronomio 6.4-5
Un corazón agradecido que ha renacido espiritualmente
hablando sabe bendecir a Dios, bendecir a su Pueblo y bendecir al prójimo. La
religión sana o Religión Judía ha sido puesta por Dios para iluminar al mundo
por tanto todos los que atentan contra el buen nombre de Israel está atentando también
contra el Creador ¿Entonces cuál es la religión pura? La religión pura está
ligada y forma parte de la religión sana.
La religión pura
La religión pura es sin la menor duda el Judaísmo de Jesús
que se estructura en base a la enseñanza de la religión sana, pero bajo la
perspectiva de interpretación que nos dejó el Mesías. El Judaísmo de Jesús es la
religión pura de la que habla la Escritura que no está contaminada ni manchada
por el mundo.
“La religión pura y sin mancha delante de Dios el Padre
es esta: visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones y
guardarse sin mancha del mundo” Santiago 1.27
En el Judaísmo de Jesús, la religión pura, primero se
aprende y después se toma una decisión para poder integrarse a un cambio
progresivo. El proceso de integración primero necesita tiempo de estudio o
aprendizaje para saber en qué y en quién creer, para después una vez que se
tienen los suficientes datos tomar la decisión más trascendente de la vida que
es servir a Dios.
El Judaísmo de Jesús es la Religión Pura, aquí con
mayúsculas, que todos deberíamos conocer, practicar y enseñar. El Judaísmo de
Jesús no se basa en la religiosidad de las palabras sino en el dominio propio
de la lengua que es lo más difícil de controlar en este mundo.
“Si alguno se cree religioso entre vosotros, pero no
refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana” Santiago
1.26
La diferencia entre la religión vana y la religión pura está
en la lengua y en el dominio propio que se demanda a sus adeptos. El Judaísmo
que Jesús enseñó le diferenciaba del resto del Judaísmo de su tiempo no por lo
que enseñaban los escribas o los fariseos, que era lo mismo que podría enseñar
Yeshua, más bien por el nivel de justicia que pedía a todos aquellos que
querían seguirle y aprender del Judaísmo que Jesús practicaba.
Todos nosotros podríamos saber la Ley de Dios y a la vez ser
injustos en nuestras decisiones con el prójimo. En muchos casos el conocimiento
nos envanece al punto que pensamos que somos mejores que los demás que es una
injusticia que Yeshua nos demanda quitar en nuestra relación con Dios y con el
prójimo.
La historia nos deja entender que durante muchos siglos las
religiones vanas han adoctrinado al mundo en general produciendo generaciones
de personas sometidas a ideas de apariencia religiosa, pero carentes de la
verdadera justicia que Dios espera de cada uno de nosotros. Las vanas demandas
de vanas religiones han sembrado el caos espiritual en un mundo dominado por el
egoísmo y la perversa injusticia.
En los albores de un dramático cambio mundial impulsado por Dios es tiempo de evaluarnos y tomar la decisión consciente de cambiar nuestro vano modelo religioso y de sociedad en general volviendo a sembrar la buena semilla, valga la redundancia, de la justicia establecida por el Señor. Los muertos espirituales se dedicarán en estos tormentosos tiempos a enterrar a sus muertos, pero los vivos espirituales se dedicarán a sembrar y cosechar vida.
La
religión vana, tenga el nombre que tenga, está más presente que nunca en toda
la historia en nuestras sociedades, culturas y países que van por el camino
ancho de la perdición y a la vez desprecian el Camino Angosto de la justicia
que establece la Ley de Dios.
“porque yo soy testigo de que tienen celo por Dios, pero
no conforme al verdadero conocimiento. Ignorando la justicia de Dios y
procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios,
pues el fin de la Ley es el Mesías, para justicia a todo aquel que cree” (Carta
a la Comunidad Judía en Roma en Romanos 10.2-4)
La frase “el fin de la Ley es el Mesías” se refiere a lo que
apunta la Ley, a lo que señala, al objetivo de la Ley y de ninguna manera a que
con el Mesías se acaba la Ley. Aquí un solo ejemplo de los fraudes de la
religión vana pretendiendo eliminar o abrogar la Ley de Dios ¿Acaso Jesús
enseñó que había venido a abrogar la Ley de Dios? La religión vana enseña que
Jesús abolió la Ley y que ya no hay necesidad de guardarla o cumplirla ¿Terrible
verdad? Pues este es el drama que está conduciendo a muchos a la perdición.
Los que aman a Yeshua guardan los Mandamientos de Dios, como
no puede ser de otra manera, ya que la enseñanza de Yeshua está basada en la
justicia de la Ley. El Judaísmo de Jesús como lo hemos definido es la Religión
Pura y Sana de la cual estamos hablando que se basa en la justicia que imprime
la Ley de Dios en nuestro corazón que implica un verdadero cambio; conversión e integración.
“Pero este es el Pacto que haré con la Casa de Israel
después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mi Ley en su mente y la
escribiré en su corazón; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo” Jeremías
31.33
La Religión Pura del Judaísmo de Jesús se ocupa y preocupa
de los huérfanos, las viudas y necesitados en general sin olvidarse de no
mancharse con este mundo de religiones vanas que han deteriorado la relación
del hombre con Dios y con el prójimo. No hacen falta muchas estadísticas para saber
que estos peligrosos tiempos están dejando el mayor número de viudas, huérfanos
y pobres de nuestra moderna historia.
La necesidad de la justicia de Dios es sin duda imperiosa en
estos días y exige de nosotros que estemos comprometidos en ser luz y ejemplo
de justicia para todos a nuestro alrededor. Las guerras; las pandemias; los desastres
naturales siempre producidos por la injusticia del ser humano están dejando el
mayor número de huérfanos y viudas tal vez de toda la historia de la humanidad.
“Honra a las viudas que en verdad lo son. Pero si alguna
viuda tiene hijos o nietos, aprendan estos primero a ser piadosos para con su
propia familia y a recompensar a sus padres, porque esto es lo bueno y
agradable delante de Dios” 1ªTimoteo 5.3-4
La Religión Pura del Judaísmo de Jesús estructurará su desarrollo en base a las necesidades de los más débiles e injustamente tratados en todas las sociedades. Los justos, aquellos que hacen justica, heredarán la promesa del Pacto del Señor que es poner en nuestras mente y corazón su Palabra ¿Estás dispuesto a pactar con el Señor? Si es así toma la decisión de empezar el proceso de integración a la esperanza de vida que el Mesías nos enseñó con palabras y ejemplos. Hoy hago pacto con Dios pues estamos forjados en el fuego de una fe sana y pura.
Nota: En las
religiones vanas primero se demanda creer por medio de emociones y
sentimientos, pero sin conocimiento de lo que se cree o se va a creer. El
proceso de integración primero necesita tiempo de estudio o aprendizaje para
saber en qué creer y después una vez que se tienen los suficientes datos se
toma la decisión de integrase y seguir formándose. En el Judaísmo de Jesús la
formación es continua, integral y evaluable para nuestro crecimiento emocional
y espiritual.
[1] Nota de la Reina Varela: g 25.13 Agripa: Herodes
Agripa II, o Marco Julio Agripa, hijo de Herodes Agripa I (véase Hch 12.1 n.);
había recibido de César el título de rey sobre algunos territorios al norte de
Palestina, y autoridad para nombrar al sumo sacerdote judío. Aunque la familia
de Herodes era de ascendencia judía, Agripa se había puesto de parte de los
romanos y casi no practicaba su propia religión; sin embargo, Pablo le habla
como a judío (Hch 26.3-8, 27). Reina Valera Revisada (1995). (1998). Miami:
Sociedades Bı́blicas Unidas.
[2] Shoá, Israel y el Judaísmo Rabínico: lo que casi nadie
te dice sobre la religión judía
https://www.enlacejudio.com/2017/04/26/shoa-israel-judaismo-rabinico-lo-casi-nadie-te-dice-la-religion-judia/
[3] Judaísmo ABC | El Judaísmo y sus corrientes
https://www.enlacejudio.com/2013/09/13/judaismo-abc-el-judaismo-sus-corrientes/
[4] La
conversión es un proceso de integración no de emoción por eso muchos se
emocionan, pero no se convierten ni se integran. En el Judaísmo de Jesús
primero se aprende y después se toma una decisión para poder integrarse en una
cierta Comunidad local.
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