La Culpa de la Cristiandad Hacia el Pueblo Judío

"A pesar de que el Nazismo era anticristiano, el antisemitismo cristiano hizo posible el Holocausto"

El Nazismo

A pesar de que el Nazismo era anticristiano, el antisemitismo cristiano hizo posible el Holocausto.

Hitler y los nazis promovieron un Cristo "ario", no judío, buscando ganar a cristianos para su causa. Encontraron en la legislación católica antijudía medieval un modelo para el suyo propio, y leyeron y difundieron los escritos envenenosos antijudíos de Martín Lutero. Es revelador el hecho de que  el Holocausto fue desatado por el único y principal país de Europa que tenía aproximadamente el mismo número de católicos y protestantes. Ambas tradiciones estaban saturadas de odio contra los judíos.
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Kristallnacht, en noviembre de 1938, la noche en que las sinagogas fueron quemadas en Alemania, fue escogida en honor al aniversario del nacimiento de Lutero. Hitler clamaba, mientras anunciaba sus dieciséis pasos a la política nazi: "Sólo estoy haciendo el trabajo de la Iglesia Católica."(76)

Se originó una situación incómoda para las iglesias cuando judíos bautizados con estrellas se presentaban en los cultos ... Los representantes de la Iglesia Evangélica Luterana en siete provincias invocaban las enseñanzas de Martín Lutero para declarar que los cristianos de raza judía no tenían lugar ni derecho  en ninguna iglesia evangélica alemana.(77)

Aunque los cristianos daban asistencia a los judíos de forma individual, la Iglesia oficial generalmente no lo hacía.(78)

La Segunda Guerra Mundial

Incluso enfrentando los horrores del nazismo en el apogeo de su poder, muchos les fallaron a los judíos en su momento de necesidad. Siglos de antisemitismo cobraron sus víctimas en varios países.
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En un juicio por crímenes de guerra en 1958, se le preguntó a un ex-ministro lituano por qué permaneció callado delante de los terribles tiroteos que presenció. Su respuesta fue que creía que el versículo bíblico se estaba cumpliendo para los judíos: "Su sangre sea sobre nosotros y sobre nuestros hijos". Aunque sea horrible que este versículo de las Escrituras pueda haberse utilizado para justificar tal insensibilidad, puntos de vista similares han sido expresados por cristianos de otras nacionalidades.(80)

Cuando se le pidió a un embajador papal que interviniera en las deportaciones desde Eslovaquia a Auschwitz, considerando la sangre inocente de los niños judíos, su contestación fue: "No hay ninguna sangre inocente de niños judíos en el mundo. Toda la sangre judía es culpable. Tienen que morir. Este es el castigo que les ha estado esperando, por causa de aquel pecado [la crucifixión].
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Suiza cerró sus fronteras. Las estrictas políticas de inmigración de Canadá y Estados Unidos impidieron que muchos judíos entraran en esos países. Varios países latinoamericanos redujeron su cuota de inmigrantes judíos, e incluso pusieron trabas cuando barcos con refugiados judíos quisieron pasar por sus aguas en destino a otro país.

El gobierno británico renegó a los judíos las promesas expresadas en la Declaración de Balfour concernientes a una patria madre, cerrando la puerta a miles de judíos que buscaban asilo en Palestina durante e inmediatamente después de la era nazi. La tragedia de la nave "Struma" merece una mención especial. Porque los británicos no permitieron que arribara a Palestina, tuvo que virar hacia el Mar Negro y allí fue destruida por torpedos lanzados a ella en el invierno de 1942; de los 769 refugiados judíos a bordo, sólo uno sobrevivió.


Indiferencia e Insensibilidad

 Es triste, pero después de 2000 años de cristiandad, casi ninguno está libre de esta carga y culpa. En verdad, si no hubiese sido por la pasividad de casi toda  la comunidad mundial en las vísperas de la Segunda Guerra Mundial, Hitler no podría haber llevado adelante el exterminio masivo de judíos. En la conferencia de Evian-les-Bains en Francia, convocada especialmente por el Presidente Roosevelt en julio de 1938 para discutir la suerte de los judíos en Europa, apenas tres de entre más de treinta países (Dinamarca, la República Dominicana, Holanda) ofrecieron recibir unos cuantos miles de judíos. Informadores nazis reportaron a Hitler: "Haga lo que quiera con los judíos; el mundo entero no los quiere". Sólo 4 meses después comenzó la horrible persecución  que costó la vida de 6 millones de judíos.


Extracto del documento de Hermandad Evangélica de María, Darmstadt (Alemania)
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