Reteniendo lo bueno
Sabemos que todas las cosas nos ayudan para bien, es lo que
enseña la Escritura, es lo que creemos y es lo que experimentamos. Casi dos
meses sin poder actualizar nuestra web por causa de la configuración del
dominio que administramos, y después de muchas llamadas a los especialistas de
Google y GoDaddy, dieron por resultado lo que hoy vemos, por fin estamos de
nuevo en Internet.
¿Es tan complicado configurar un dominio? Comprar un dominio
es fácil en Google, por ejemplo, el problema “puede surgir” cuando la página se
aloja en un lugar y el nombre del dominio lo administra otra empresa como
GoDaddy en este caso. Ambas son grandes empresas, como es público y notorio,
por eso la coordinación entre ambas es tan importante, tanto a nivel técnico
como humano. El objetivo debe de ser facilitar a los usuarios de sus servicios,
una experiencia agradable, resultados óptimos y un tiempo de resolución de
problemas lo más rápido posible. Tener un problema con las páginas web, blog o
redes sociales es más común de lo que parece y tener expertos que te ayuden a
resolverlos es totalmente necesario.
Direccionar un dominio a una página web o blog, que es lo
que hemos tratado de hacer, no es difícil, pero cuando se encadenan una serie
de problemas técnicos y errores humanos, el resultado puede ser exasperante,
especialmente cuando ves que pasan los días y las semanas sin que se resuelva
lo que parecía fácil en principio.
Gracias al Señor que el fruto del Espíritu, la paciencia,
estaba suficientemente madura y actuó como era de esperar. La paciencia es
vital en este y en otros muchos casos. Las personas que trabajan para estas dos
grandes empresas, determinan más de lo que pudiéramos pensar, los resultados a
nivel de toda la estructura. Una persona sola no puede levantar una estructura
empresarial fuerte, pero si puede destruirla, aunque sea poco a poco. Hay creyentes
que con su actitud construyen, edifican, siembran, almacenan y comparten
tiempo, esfuerzo y medios, esos son los que más necesitamos. Muchas personas no
conocen aquello que el Reino de Dios puede hacer en sus vidas, sino hay alguien
que les ayude en el proceso “técnico” de encontrarlo. El trabajo de un
discípulo del Mesías es servir de enlace, de guía, de monitor, de especialista
o de operador, entre otros nombres, para ayudar a otros a encontrar el sentido
de la vida. Servir es ayudar en todo lo necesario, siempre conforme a nuestras
capacidades o dones.
La experiencia que hemos pasado nos hace más conscientes de
la importancia que tienen los factores técnicos y los humanos en toda empresa,
organización o grupo, por muy pequeño que sea. Nosotros como Congregación
necesitamos la coordinación más exquisita posible, para que el resultado de
nuestro trabajo, sea efectivo, ayude a las personas, demos un buen testimonio y
sobre todo HaShem (El Nombre) sea exaltado por encima de todo orgullo humano o
congregacional.
“Siguiendo la verdad
en amor, crezcamos en todo en Aquel que es la cabeza, esto es, el Mesías, de
quien todo el Cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas
que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su
crecimiento para ir edificándose en amor” (Efesios 4.15–16 15).
Les animo a visitar regularmente la página web www.labranzadedios.com así como el
resto de páginas y canal de Youtube que administramos. Hacemos además un
llamamiento a cooperar en el desarrollo en este medio, que será estratégico en
un futuro muy cercano para nosotros. El futuro está lleno de retos y este es
uno muy grande, colabora según tus capacidades, contamos contigo, gracias.
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