LOS DIAS TERRIBLES


Los Días Terribles o Yamim Noraim, es el nombre que se les da a los diez días que transcurren entre la festividad de Rosh Hashaná y Yom Kipur, ambos inclusive. Cuando vamos a gran velocidad, tenemos que reducir poco a poco, progresivamente hasta poder detenernos, es una ley física. La vida espiritual demanda de nosotros una reducción de la velocidad con la que vivimos, para entrar en Rosh Hashaná y Yom Kipur adecuadamente.

Elul es el mes donde nos paramos del ajetreo diario, y nos centramos en Dios, en su Escritura y en las relaciones personales, que tal vez hemos descuidado durante el año. Veamos tres acciones necesarias para entender lo que pasará en el tiempo de Yamím Noraim (Los Días Terribles) y como estar preparados. Primero, es preciso para poder llegar al Día de la Sentencia preparados, haber meditado sobre nuestros caminos y como enderezarlos. “La necedad es alegría al falto de entendimiento; Mas el hombre entendido endereza sus pasos” (Proverbios 15.21).

Elul es el tiempo donde tenemos la oportunidad de enderezar nuestros caminos y prepararnos para los días de Yamim Noraim o los Días Terribles, donde todo puede cambiar en un instante. “Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría.” (Salmos 90.12). Por un lado tenemos que aprender a contar los días, que significa a valorar el tiempo y traer sabiduría a nuestra vida. Cuando no valoramos el tiempo lo estamos despilfarrando en acciones inútiles o literalmente pecaminosas y dañinas. Además nos hace creer que nosotros controlamos el tiempo y que podemos hacer lo que queramos cuando queramos. “Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes…” (Lucas 12.18).

Muchos planes son hechos sin considerar los días en los que vivimos, sin traer sabiduría, sino más bien una orgullosa vanidad. El toque del shofar en Elul, nos tienen que llevar a una reflexión sincera de cómo estamos y la necesidad que tememos de purificarnos. Nos quedan pocos días para que comience el juicio de Dios a la humanidad. Cada día es una oportunidad de cambiar para bien o una oportunidad perdida y por tanto irrecuperable en el tiempo, que Dios nos ha concedido. “y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate…” (Lucas 12.19). “Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?" (Lucas 12.20)

Si Dios viniera esta noche a pedir nuestra alma ¿Podríamos justificarnos ante Él de lo que estamos haciendo? ¿Qué hemos hecho a lo largo de nuestra vida de valor para la Obra de Dios y Su Reino? ¿Qué estamos haciendo hoy y ahora para servir a Dios?. El objetivo de meditar sobre nuestros caminos es traer a nuestra vida sabiduría, discernimiento para saber distinguir lo bueno y remediar todo lo malo que hemos hecho. “Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo” (Isaías 1.16).

Una de las frases claves de Elul es “dejar de hacer lo malo” y por tanto hacer lo bueno, aquello que Dios llama en la Escritura bueno, aunque nos cueste mucho esfuerzo creerlo o entenderlo. El Juicio al que vamos, esperamos salir perdonados y para eso hace falta restituir y reparar en la medida de lo posible el daño hecho. “Si el impío restituyere la prenda, devolviere lo que hubiere robado, y caminare en los estatutos de la vida, no haciendo iniquidad, vivirá ciertamente y no morirá.” (Ezequiel 33.15).

Elul conlleva una sincera reflexión de aquellos que están conscientes de haber hecho algo indebido con Dios y con el prójimo, teniendo la oportunidad de restituir. La tradición cuenta que durante Elul, Dios solamente perdona los pecados de los hombres en relación con Él y Sus Mandamientos. No perdona los pecados del hombre hacia su prójimo, por lo tanto durante esos días es el deber de los creyentes remediar sus faltas con sus semejantes. Lo que podemos hacer nosotros, Dios nos manda hacerlo para así aprender y poder también enseñar con una cierta autoridad. “Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda” (Isaías 1.16-17).

Un Principio Bíblico por excelencia es restituir lo dañado, sea buen nombre, honra, obediencia o bienes materiales, ese es único camino para ser perdonados en Yom Kipur. Una vez que hemos restituido es cuando estamos en condiciones de pasar por el juicio, en este caso por los días de “Yamim Noraim”. Restituir lo que hemos destruido, está relacionado con un agraviado, al que hemos hecho algún tipo de daño. No es una restitución en abstracto, intangible o hacia algo, es siempre hacia alguien. La pregunta es ¿Cuál es el agraviado y el agravio?. El agravio puede ser de carácter material, pero también emocional cuando hemos herido los sentimientos de alguien, su honra o autoridad. Además hay un agravio de carácter espiritual, cuando juzgamos o levantamos habladurías de los que deberíamos obediencia, respeto y consideración. “No obstante, de la misma manera también estos soñadores mancillan la carne, rechazan la autoridad y blasfeman de las potestades superiores. (Judas 8-9).

La blasfemia no es solo hablar mal contra Dios, también es cuando hablamos mal de las autoridades que Dios ha levantado. El Arcángel Miguel no blasfemó de una autoridad espiritual, aunque era el mismo diablo. Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda. (Judas 8-9). “Los que estaban presentes dijeron: ¿Al sumo sacerdote de Dios injurias? Pablo dijo: No sabía, hermanos, que era el sumo sacerdote; pues escrito está: No maldecirás a un príncipe de tu pueblo.” (Hechos 23.4-5). Pablo se “arrepintió” de hablar mal contra una autoridad religiosa, el Sumo Sacerdote, sabiendo lo que la Ley enseña.

Miriam y Aarón hablaron mal de Moisés, que además de ser el Ungido de Dios, era su hermano y Dios les trató con duro castigo, por blasfemar contra su autoridad. “No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa. Cara a cara hablaré con él, y claramente, y no por figuras; y verá la apariencia de Dios. ¿Por qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés?" (Números 12.7-8). “Miriam y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado; porque él había tomado mujer cusita. Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado Dios? ¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó Dios.” (Números 12.1-3). “Entonces Moisés clamó a Dios, diciendo: Te ruego, oh Señor, que la sanes ahora. Respondió Adonai a Moisés: Pues si su padre hubiera escupido en su rostro, ¿no se avergonzaría por siete días? Sea echada fuera del campamento por siete días, y después volverá a la congregación. Así Miriam fue echada del campamento siete días…” (Números 12.13-16). Al igual que ellos, los que en algún momento han dicho “solamente por los Pastores ha hablado Dios” tienen que restituir el daño hecho por el bien de ellos y de su casa y para poder ser perdonados en Yom Kipur.

Una vez que hemos enderezado nuestros caminos y hemos restituido el daño al agraviado, nos queda esperar la sentencia en ruegos, oraciones. “Según la tradición, durante esos días Dios evalúa a los creyentes por su actuar durante todo el año y termina de juzgar en Yom Kipur y su respectivo desenlace en el correr del nuevo año”. Lo que hagamos en este tiempo de Elul y en los días de Yamim Noraim, determinará lo que nos sucederá durante el resto del año y hasta el próximo Yom Kipur. Todo lo que nos pase en el año que entra dependerá del Juicio y de la sentencia de Yom Kipur, por eso más vale, restituir, reparar y rezar, mucho rezar y orar, en este tiempo.

Rezar entendido como decir delante de Dios, las oraciones que tenemos en la Escritura, como por ejemplo los Salmos. Tenemos que mantener los Tiempos Diarios de Oración, conforme aquello que la Escritura nos enseña y manda. “Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré, Y él oirá mi voz.” (Salmos 55.17). Todo aquello que logremos ordenar en nuestra vida antes del Día de la Sentencia (Yom Kipur) redundará en nuestro perdón y en cambios para el año que entra. Tenemos que interceder delante de Dios por las autoridades espirituales que tienen la responsabilidad de instruir, corregir y dirigir a la Congregación. “Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso. Orad por nosotros; pues confiamos en que tenemos buena conciencia, deseando conducirnos bien en todo.” (Hebreos 13.17-18).

También tenemos que interceder delante de Dios por las autoridades civiles que tienen la responsabilidad de gobernar, juzgar y administrar. “Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador” (1ªTimoteo 2.1-3).

El liderazgo internacional está perdido en un mar de contradicciones y sus decisiones políticas y económicas están llevando a millones de personas a la desesperación. España sigue siendo el país europeo con mayor tasa de desempleo, consecuencia de la clase política, bancos e inmobiliarias que este año que viene tendrán el mayor desplome de su historia.

Después que la sentencia sea dictada en Yom Kipur dentro de los Días Terribles o Yamin Noarím, empezará a verse sus efectos en todo el mundo, en todas las naciones. La industria armamentista crecerá como nunca, siendo las armas la mayor entrada de dólares o euros de muchas naciones. Rusia, Francia Alemania y otros países están vendiendo tecnología armamentista a los países árabes, sin darse cuenta de la trascendencia de sus acciones. “Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores”. (Mateo 24.6-8). Todo lo que viene no es el fin sino el principio de algo mayor, para lo cual debemos estar preparados, orando al lado de Dios.

Irán seguirá amenazando al mundo occidental y en particular a Israel, tarde o temprano la guerra estallará, mientras la comunidad internacional mira a otro lado ante la situación interna de Irán y la otros países de la zona. Las revueltas en los países árabes puede ser peor remedio que la enfermedad, este año será decisivo, sea cual sea el resultado de lo que suceda. El Islam sigue causando bajas entre los soldados españoles en Afganistán, siendo los ataques una tónica diaria, a nuestras fuerzas. Los arrestos a islamistas, están siendo la nota de estos últimos años en todo el territorio nacional. Los enfrentamientos entre los musulmanes y los españoles están aumentando proporcionalmente al número que continúa entrando y ocupando el país. ¿Tendrá algo que ver con los problemas no resueltos el año pasado?. Sin duda, ya sabemos que lo que no se arregla en este tiempo se pone peor.

Conclusión, antes que podamos cambiar la historia tenemos que cambiar nosotros y este tiempo de Elul es el más apropiado. Nuestras armas son espirituales, no combatimos contra personas, sino contra los espíritus de las regiones de oscuridad que tienen atados a esas personas. Aprender a contar los días, restituir al agraviado y orar por los demás, no logrará su objetivo, sino empezamos por cambiar nosotros mismos y cada uno de nosotros, dando luz. Los verdaderos Días Terribles, están por llegar y hemos de estar preparados para enfrentarlos con la bendición del Señor. “Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.” (Santiago 5.16)

No podemos perder esta oportunidad pues el Mesías está intercediendo por nosotros ante el Padre ¿Estamos dispuestos hacer nuestra parte? Recuerde estamos en Elul y los Días Terribles están a la vuelta de la esquina.

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